Leví era uno de los 12 hijos de Jacob. De su descendencia, se formó la tribu de Israel que llevó su nombre, así como sucedió con sus otros 11 hermanos.
Las familias de los tres hijos de Leví – Gerson, Coat y Merari – , por su parte, dieron origen a tres divisiones tribales: los gersonitas, los coatitas y los meraritas.
Moisés, Aarón y María eran coatitas (Éxodo 6:20; 15:20). Como sabemos Dios le encargó a Moisés conducir el pueblo liberado de la esclavitud de Egipto rumbo a la Tierra Prometida. Cuando el profeta descendió del Monte Sinaí con sus Tablas de la Ley y encontró a muchos adorando el ídolo de oro de un becerro, los levitas se unieron a él en contra de la idolatría y lo ayudaron en la consagración al Único Dios (Éxodo 32:26-29).
Tal actitud los llevó a la misión de la construcción del Tabernáculo (figura abajo), bien como la de transporte y manutención del mismo (Éxodo 28:1-30). En las movilizaciones por el desierto, los coatitas transportaban los muebles y los utensilios, más allá de guardar el material del templo movible (Números 3:30-32). Los gersonitas llevaban los tejidos de la tienda y sus accesorios (Números 3:24-26) Y los meraritas se encargaban del transporte de la estructura, así como el armado y desarmado del Tabernáculo (Números 3:35-37).
Números 3:40-51 cuenta que los levitas fueron elegidos como representantes y sustitutos de los primogénitos de los israelitas – cuando Dios salvó la vida de los primogénitos en ocasión de la primera Pascua (Éxodo 12:12-13). Técnicamente, los primogénitos tendrían una vida consagrada a Dios, y los levitas fueron levantados para actuar en Su servicio en el lugar de ellos. (Números 3:11-13).
Por estar separados para tal trabajo, los levitas escogidos no eran convocados para las guerras (Números 1:2-49). Ellos también fueron los encargados de vivir entre los pueblos de otras tribus, ganando para eso ciudades en sus regiones. (Números 35:1-8), sustentados por los diezmos. Para que se encargasen exclusivamente del ministerio (Números 18:21). Entre las urbes habitadas por los levitas estaban las seis ciudades de refugio.
También entre los descendientes de Leví fueron escogidos los sacerdotes, de la familia de Aarón – nombrado sumo sacerdote. Eso, de cierta forma, los volvía encargados de los levitas en general. Itamar, hijo dijo de Aarón, quedo responsable por los gersonitas y meraritas (Números 4:28-33). Otro hijo, Eleazar, tuvo sobre sus ordenes los catitas (Números 4:16). Solo los sacerdotes, y no todos los levitas, podían tocar en los objetos sagrados – lo que estuviese relacionado con el altar, la menorá y la mesa de la proposición (Números 4:5-15).
Aarón, como sumo sacerdote, cargaba en el pecho, en sus vestiduras sagradas, las 12 piedras que representaban a las tribus de Israel. Por eso el símbolo de la tribu de Leví tiene en su centro cuadrados coloridos como las piedras (figura a la derecha, abajo).
Cuando Aarón murió, le pasó el sumo sacerdocio a Eleazar (Números 20:25-29) – manteniendo en su familia, de la cuál Elí fue miembro. La citación bíblica en 1 Crónicas 24:3 nos lleva a creer que, después, el sacerdocio también quedó bajo la responsabilidad de la familia de Itamar.
Los trabajos con el Tabernáculo realizados por los levitas tuvieron un proseguimiento con la llegada del Templo de Salomón. Hoy, los trabajos religiosos en las sinagogas no son hechos exclusivamente por descendientes de Leví.
Algunas denominaciones tienen la costumbre de llamar levitas a los encargados de la música en los templos. Eso se da porque, entre los otros trabajos, los levitas también tocaban y cantaban a partir de la época de David – que introdujo la música en alabanza a Dios (2 Crónicas 5:12-13). Sin embargo, no era solo la música que quedaba bajo su responsabilidad (2 Crónicas 34:12-13), sino varios oficios.
Notables descendientes
Entre los hijos de la tribu de Leví hay celebres personajes bíblicos. Más allá de los citados Moisés, Aarón y María, también descendían del hijo de Jacob y Lía hombres como Ezequiel, Jeremías, Samuel, Habacuc, Malaquías y Esdras, por ejemplo.
Hoy, a pesar de que muchos registros familiares se han perdido con el tiempo a causa de la diáspora, se especula que hay más de 1 millón de descendientes de los levitas originales esparcidos por el mundo. Israel, obviamente, presenta la mayoría (casi 360 mil), seguido por los Estados Unidos (300 mil) y Canadá (25 mil).
No hay datos suficientes para decir cuántos descendientes de levitas viven hoy en América del Sur con exactitud, pero los apellidos como Leví o Levy dejan buenas pistas de que quien lo carga en el nombre tiene buenas oportunidades de pertenecer a la lista – aunque no todos los Leví tengan esa conexión, necesariamente. Lo mismo sucede aquí con otras variaciones de apellidos: Alowi, Lévy, Lévi, Levin, Lavigne, Levine, Levinson, Lewinski, Lev, Levita, Levitch, entre otros.
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