María Rosa Bilyk encontró en la Universal la manera de cambiar su vida por completo, ella lo define como la felicidad que experimenta día tras día al saber que tiene un Dios que la respalda y protege. Sus días no siempre fueron maravillosos, una decisión de sus padres cuando tenía siete años la marcó seriamente.
“Mis padres me dieron a una familia sustituta porque no tenían condiciones para criarme. En la adolescencia regresé a mi casa para ayudar a mi madre a mantener la casa, porque mi padre gastaba todo el sueldo en vicios. A los 16 años de edad conocí a mi actual esposo y me fui de mi casa. No soportaba a mi padre porque nos golpeaba, él era muy violento.
El tiempo pasó y tuve cuatro hijos, pero económicamente estábamos muy mal y peleábamos mucho con mi esposo. También estaba enferma, y, tenía insomnio y dolores de cabeza constantes. Era un infierno, escuchaba voces que me llamaban por mi nombre y sentía que alguien respiraba a mi lado, pero no había nadie. Así, desesperada, me pasaba las noches fumando y tomando, recién cuando amanecía me iba a dormir.
No me ocupaba de mis hijos, ellos se iban al colegio solos. Y mi matrimonio era un caos, no nos soportábamos, nos separamos por tres meses y cuando volvimos a intentar estar juntos, todo empeoró aún más.
Un día mi esposo escuchó en la radio la programación de la Iglesia y me dijo que fuéramos. Acepté y desde ese día cambió mi vida, esa misma noche pude dormir. Las enfermedades poco a poco desaparecieron y el matrimonio fue restaurado. Hoy estoy libre del tormento espiritual y puedo decir que soy feliz gracias a Dios”.
Participe esta viernes de la reunión de liberación a las 16 y 20h en Av. Corrientes 4070 – Almagro o en la Universal más próxima a su hogar.
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