¿Qué siente un niño que tiene un padre sordo mudo, alguien que no logra oírlo, no pronuncia su nombre y mucho menos tiene conversaciones sobre las cosas que suceden?
Un video propaganda de una compañía de seguros tailandesa muestra a una adolescente que siente mucha vergüenza por tener un padre así. El video es emocionante y trae una importante reflexión.
Vea:
Todo lo que ese padre hace es por amor a la hija. Sin embargo, ella no logra ver eso. Y así es nuestra vida con Dios. ¿Cuántas veces, a pesar de que Él nos oye, no comprendemos su “lenguaje” para con nosotros? Actuamos como esa joven, encerrados en nuestro mundo, sin percibir las señales de amor y cuidado que nuestro Padre nos envía. Seguimos sin prestar atención a los detalles de lo que sucede a nuestro alrededor.
El padre presentado en el video fue despreciado, incomprendido, pero, igualmente, no pensó dos veces al dar su propia sangre para salvar a la familia. El mismo acto de amor tuvo Dios con nosotros cuando dio a Su Único Hijo para que muriera por nosotros. Al ser crucificado, el Señor Jesús dio Su sangre para salvarnos.
¿Cómo ha actuado delante del Padre? ¿Es necesario llegar al extremo para que usted entienda el valor de Su sacrificio?
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