Nelly conoció la reunión de los Casos Imposibles en un estado calamitoso. “Tenía muchísimos problemas imposibles de resolver. En primer lugar, un cáncer de pulmón que me estaba consumiendo. Estaba bajo tratamiento en el Hospital de Oncología, se me había caído todo el cabello, pesaba poco menos de 40 kilos, no tenía fuerzas ni para moverme. Esa situación en mi salud me hacía sentir oprimida, estaba muy deprimida y no podía dormir de noche”, recuerda esta mujer, que gastaba todos sus ingresos entre medicamentos y alquiler.
“Veía por la televisión los testimonios de la reunión de los Casos Imposibles y creí, por eso me acerqué a participar. Empecé a perseverar con las pocas fuerzas que me quedaban y de a poco comencé a sentirme mejor. Al tiempo volví al hospital a ver a los médicos, quienes no podían creer que me veían con vida, ya me habían dado por muerta”.
Hoy, gracias a Dios, su vida cambió por completo: “El cáncer desapareció, ya no tomo ni un medicamento, compré mi departamento, tengo un buen trabajo, disfruto de la vida y de mi familia”, finaliza feliz.
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