El día comienza y la disposición para trabajar es casi inexistente. Cuando logra hacer algo es con mucha demora. Eso sin contar las innumerables cosas que debe realizar, pero se posponen sin ninguna necesidad o son completamente ignoradas.
Para esas personas la Biblia utiliza como ejemplo a un insecto aparentemente frágil, pero, por su disciplina y disposición, avergüenza en gran manera a los perezosos que se encuentran por ahí:
“Ve a la hormiga, oh perezoso, mira sus caminos, y sé sabio; la cual no teniendo capitán,
Ni gobernador, ni señor, prepara en el verano su comida, y recoge en el tiempo de la siega su mantenimiento.” (Proverbios 6:6-8)
Las hormigas no necesitan que nadie les mande a hacer las cosas. Es necesario tener provisiones para los períodos de estiaje, por eso, allí están ellas en pleno verano trabajando a todo vapor.
Algunos versículos bíblicos demuestran claramente los resultados y características de un perezoso:
– No hace lo que tiene que hacer:
“El que recoge en el verano es hombre entendido; el que duerme en el tiempo de la siega es hijo que avergüenza.” (Proverbios 10:5)
– Las mínimas cosas y necesarias le son difíciles:
“La mano negligente empobrece; mas la mano de los diligentes enriquece.” (Proverbios 10:4)
– Sufre las consecuencias de su propia irresponsabilidad:
“Por la pereza se cae la techumbre, y por la flojedad de las manos se llueve la casa.” (Eclesiastés 10:8)
La pereza permite que la persona permanezca en la rutina, en la ignorancia, ya que la misma siempre estará demasiado cansada para salir de la rutina o de perfeccionarse.
Y la pereza no se limita solo en el ámbito profesional, ella se propaga hacia la vida espiritual también. La indisposición para orar, meditar en la Palabra de Dios, involucrarse más en los grupos de la iglesia.
Dios no busca a aquellos que tienen condiciones, sino lo que Él espera es disposición, y eso requiere vencer la pereza y el desánimo.
¿No es eso lo que a usted le ha faltado para tomar posesión de las promesas de Dios? No basta solo tener fe, es necesario ponerla en práctica. Pero, ¿Cómo hacer esto con toda esa pereza?
Reflexione ahora sobre su vida y en todo lo que hace tanto tiempo le ha pedido a Dios. Vea lo que ha faltado para que las cosas comiencen a salir del plano de las ideas y se realicen. Pero haga esto ahora. No lo deje para después, corriendo el riesgo de que la pereza interrumpa todo.
Y aproveche esta disposición para compartir con sus amigos y familiares este mensaje. Pero no vale como indirecta ¿eh? ¿O vale?
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