Labrina González era una de tantas chicas que vivía engañada por el mundo de la noche. “Salía con quienes decían ser mis amigos a boliches en los que me ofrecían todo gratis, entrada, bebida, lo que sea. Con el paso del tiempo me di cuenta que para mantener eso necesitaba entregarme y tener relaciones con los dueños de los locales o con los músicos. Mi vida se fue convirtiendo en un infierno, conocí más gente y me llevaron a consumir drogas, entre ellas cocaína y marihuana. Comencé a perderme en la noche, salía todos los días y la mayoría de veces lo hacía con hombres con los cuales tenía relaciones sexuales”, recuerda Sabrina, pensando también en la cantidad de chicas que todavía están atrapadas en ese infierno.
“Uno de los hombres con los que salí me ofreció trabajar para él, y acepté. Él se encargaba de conseguir los clientes y ‘cuidarme’. Mi familia no sabía nada sobre esta situación, me preocupaba mucho que ellos se enteraran y tuvieran una gran decepción conmigo. Recuerdo que me sentía sucia, para quitarme el olor de la persona con la cual pasaba la noche estaba horas en la ducha. Hubo veces en las que me quise arrancar la piel”, confiesa esta joven, que con el tiempo comenzó a tener problemas espirituales: “me convertí en una persona muy nerviosa, empecé a sentir ruidos en mi casa y a sentir que alguien me seguía. Tuve varios intentos de suicidio tomando pastillas, todos ellos fueron frustrados porque siempre alguien llegaba para auxiliarme”.
Pero ella encontró una salida en la Universal, donde la ayudaron y no la juzgaron por su pasado: “Empecé a luchar y a perseverar en las cadenas de oración. Gracias a Dios, me liberé de esa mala vida, de los vicios y de los tormentos espirituales. No fue fácil, pero cuando uno lucha con Dios alcanza lo imposible. Doy Gracias a Dios por haber transformado mi vida”.
La Universal también está en Santa Fe
En la calle 25 de Mayo 2660 se levanta imponente el edificio de la Iglesia Universal del Reino de Dios en la ciudad de Santa Fe, capital de la provincia homónima.
De lunes a viernes a las 8, 10, 16 y especialmente a las 20, un grupo de hombres y mujeres de Dios trabajan para ayudar a que los sufridos alcancen una nueva vida. Los sábados, las reuniones se realizan a las 8, 10, 15 y 19, mientras que los domingos, la reunión principal es a las 9.30, aunque también se puede participar a las 7, 15 y 18.
El edificio se inauguró en julio de 2008 y cuenta con capacidad para 1292 personas sentadas. Por otra parte, la Universal de la ciudad cuenta con un teléfono para que usted pueda recibir orientación y ayuda espiritual durante las 24 horas: 0342-455-9601.
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