Tal vez usted no se acuerde como fue su vida a los 6 años de edad, pero algunas muchachas de la India (y de otros países) nunca se olvidarán de la etapa en la que perdieron la infancia por un casamiento precoz. Recientemente, circuló en las redes sociales la imagen impactante (al lado) de una pequeña niña de solo 6 años casándose con un hombre de 35, en una ceremonia secreta en un templo de Rajastán, en India, delante de cinco testigos.
El novio, Ratan Lal Jat, consejero de la aldea, se casó para seguir costumbres seculares. La policía del lugar explicó que la ceremonia cumplía los requisitos del Nata Pratha, una antigua costumbre del lugar que dice que cualquier hombre casado puede tener una relación extramatrimonial con una mujer casada desde que le proporcione una compensación económica,y siendo así, ellos pueden vivir juntos. Pero Ratán era soltero y la tradición solo es válida solo en el caso si ambos están casados con otras personas.
De acuerdo con el diario británico Mirror, la familia de la “novia” recibió una cantidad de dinero no revelada por el matrimonio y, aunque la pequeña niña esté casada con un hombre 29 años más grande, ella tiene permiso para vivir con su familia.
“Descubrimos que Ratán Lal se había casado con una menor para obedecer las costumbres, pero, para nosotros, está claro que es un matrimonio arreglado. Nosotros ya lo hemos arrestado bajo el Artículo de Prohibición de Matrimonios infantiles, de 2006”, justificó Gyanendra Singh, inspector y director de la ONG SattionHouse.
¿Un crimen?
El matrimonio infantil no es una novedad en la India, ya que desde 1929 existe una ley que restringe este tipo de unión. En el 2006 la ley se volvió más rígida, prohibiendo el acto para mujeres menores de 18 años y hombres menores a 21. Quien lo consienta o conduzca responde por un delito no susceptible de fianza. Sin embargo, en la práctica muchas veces es difícil probar que hubo un crimen porque no existir ningún registro con la edad de los novios, llegando a ser un secreto en la aldea. Otro obstáculo son los tribunales religiosos que apoyan la práctica.
La pobreza es la razón principal para el matrimonio precoz. Las familias que tienen muchos niños prefieren enviarlos a otras casas. Por eso la propuesta del matrimonio surge como una falsa esperanza de un futuro mejor.
Consecuencias
Las novias jóvenes pagarán por el perjuicio a lo largo del tiempo. Cuando comienzan la vida de casada, normalmente, las adolescentes abandonan los estudios y están expuestas a riesgos consecuentes de la actividad sexual, como hemorragias, infección por VIH, embarazo precoz, parto prematuro y violencia sexual.
De acuerdo con una encuesta realizada por la ONG International forResearchonWomen’s (ICRW), en los estados de Bihar y Jharkhand, las adolescentes casadas antes de los 18 años tienen 3 veces más probabilidades de ser obligadas a tener relaciones sexuales en los primeros seis meses de matrimonio que las mujeres que se casan más tarde.
Según la Encuesta Nacional de Salud Familiar, en el 2006, casi la mitad de las mujeres entre 18 y 29 años, en la India, se casaron antes de alcanzar la mayoría de edad. Son alrededor de 23 millones de niñas novias, aproximadamente el 40% de los casos en el mundo.
Inocencia perdida
Desde el punto de vista cristiano, esta tradición hiere a 3 grandes creaciones de Dios: al niño, al matrimonio y al sexo, que, en este caso, es consumado por una cuestión de obligación y obediencia. La propia Biblia nos instruye a que tengamos un corazón como el de un niño, por ser tan grande la inocencia y la pureza (lea Mateo 18). ¿Se imagina perder ese tesoro antes de tiempo, simplemente por una cuestión cultural o por una costumbre religiosa?
Estos niños, ¿lograrán ser felices algún día? ¿Serán capaces de mirar a sus maridos e hijos y sentir placer en una unión construida a la fuerza?
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