¿Usted tiene un amigo íntimo?
Si la respuesta es sí, ¿cómo trataría usted al hijo de su amigo?
Con certeza usted lo consideraría, lo cuidaría dándole toda la atención.
Esa forma de tratar al hijo de su amigo, es la misma forma en que Dios trata a los hijos de Abraham. Pues Abraham fue amigo de Dios. Vea Su consideración, Su cuidado, Su atención para con los hijos de Su amigo Abraham.
Estando el Señor Jesús en una sinagoga, vio a una mujer poseída por un espíritu de enfermedad desde hacía ya dieciocho años, andaba encorvada, y de ninguna manera se podía enderezar. Él la llamó y le dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad. E, imponiéndole las manos, ella inmediatamente se enderezó. Lucas 13:12
Enseguida, el Señor Jesús, a través de una pregunta, mostró Su pensamiento en relación a los hijos de Abraham.
¿Por qué motivo no se podía librar de ese cautiverio, en día sábado, a esta hija de Abraham, a quien Satanás tenía presa desde hacía dieciocho años?? Lucas 13:16
En el caso de Zaqueo, el Señor Jesús ya sabía que él sería también un hijo de Abraham. Eso fue un factor determinante para que su casa fuese escogida entre las casas de multitudes de familias. Una vez estando en la casa de aquel que sería también hijo de Su amigo, el Señor Jesús dijo:
Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham. Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido. Lucas 19:9-10.
¿Quién no se sentiría bien, en la casa del hijo de su amigo?
Hoy Dios tiene otros amigos también.
Vosotros sois Mis amigos, si hacéis lo que Yo os mando. Juan 15:14
Habiendo de su parte respeto, fidelidad, confianza y obediencia para con Dios, Él lo considerará y lo cuidará.
No solamente porque usted sea un hijo de Abraham, sino también por ser un amigo más de Dios.
En realidad aquellos que son hijos de Abraham, del amigo de Dios, ¡son amigos de Dios también!
Obispo Djalma