En Mateo 17:20 dice que a Jesús Sus discípulos Le preguntaron: “¿Por qué nosotros no pudimos echarlo fuera? Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible.”. La persona que manifiesta esa fe es capaz de alcanzar lo imposible. Por lo tanto, si las personas se dedicaran más al conocimiento de la Palabra de Dios que a cualquier otro conocimiento, harían posible lo imposible por la fe. Tal vez hace años que usted viene persiguiendo un objetivo y no lo alcanzó. Probablemente ya pidió, oró, ayunó, pero no sucedió nada, ¿por qué su fe no pudo conquistar aquello?
En Mateo 16:24-26 Jesús habla de dos pérdidas que tiene el ser humano: “Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de Mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de Mí, la hallará. Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?”.
A lo que se refiere el Señor Jesús es a la pérdida de la vida cuando la persona la invierte para ganarla y a la pérdida de la vida por este mundo. En este último caso, se está perdiendo el tiempo, porque tener éxito, dinero, bienestar material o el futuro para sus hijos, son cosas que no se pueden garantizar.
Cada uno de nosotros, cada ser humano va a perder de una forma u otra la vida eterna o su vida terrenal para ganarla para toda la Eternidad. Esa es la base de la fe cristiana. La fe que comienza una vida nueva.
Yo oía esta Palabra, pero no tenía grandes preocupaciones en ganar mi vida porque estaba interesado en perder mi vida aquí en la Tierra, buscando una vida de bienestar material y demás. Tenía 19 años, me estaba preparando para la facultad, estaba proyectando mi futuro. Estaba pensando mientras caminaba, entonces, el Espíritu Santo habló fuerte en mi mente, Él dijo exactamente esto: “¿Qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?” Porque su alma es eterna, no muere; el cuerpo muere, pero el alma no. El alma no muere, vive por toda la Eternidad. “¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?”.
Allí comenzó una preocupación con el futuro de mi alma. Jesús le está diciendo exactamente lo mismo que me dijo a mí. Yo medité en aquello que Dios estaba diciéndome y cambié completamente el rumbo de mi vida, y entonces comencé a desear mi Salvación y después de 1 año tuve mi encuentro con Jesús. Desde entonces, nunca más tuve otro deseo en la vida, sino el de llevarle a las personas lo mismo que me había sucedido.
Esa es la razón de la fe que funciona, la fe que hace que usted sienta dolor por el sacrificio. Si su fe no está aliada con el sacrificio, no le traerá ningún beneficio.
El sacrificio es el camino, para que usted conquiste su ideal. Si su fe no involucra sacrificio, su fe no tiene ningún valor porque la fe que agrada a Dios, la fe que hace posible lo imposible, está aliada al sacrificio.
Entonces, usted se da cuenta de que cuando hablamos de fe no nos referimos a la religión.
Si usted tiene fe para sacrificar su vida, si está dispuesto a perder la vida por la causa de Jesús, la va a ganar aquí, en este mundo. El día que usted tenga esa experiencia, el día que usted experimente la gloriosa presencia de Dios, ¡nunca más será la misma persona!
Secretos y misterios de la fe con el obispo Macedo, todos los domingos a las 18h, en Av. Corrientes 4070 – Almagro y en todas las Universal del país por videoconferencia.
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