Si ponemos la palabra “cuerpo” en una búsqueda rápida en Google, rápidamente nos da una cientos de opciones, entre ellas aparece la frase mágica que muchas personas buscan: “cuerpo perfecto”. Un clic aquí, otro allí y rápidamente aparecen los motivos para comenzar a odiar su propia apariencia.
Si hace tal dieta o pasa por tal procedimiento quirúrgico estará perfecta (o). No es que esté mal querer mejorar la apariencia, pero lo que muchos deben preguntarse si es realmente normal vivir en un mundo en el cual una imagen es más importante que el cuerpo real.
La escritora y conductora Cristiane Cardoso destaca en su blog que el cambio exterior solo es visto cuando hay un cambio interior: “Mi cambio comenzó en el día en el que comencé a amarme. Amar mi forma de ser diferente. Fue así que una nueva Cris nació en mí. Una Cris a la que no le importaba más lo que los otros pensaban, que no imitaba más la forma de las personas, ni perdía la personalidad solo para agradar a los otros. Una Cris sin miedo de ser ella misma.”
¿Usted ya se detuvo para pensar cuánto tiempo pierde haciendo comparaciones que no la llevan a ningún lugar?
Pruebe sustituir su búsqueda por el “cuerpo perfecto” por “valorización del cuerpo”, entonces entenderá que la función no es alcanzar un patrón estético impuesto por los medios, sino vivir bien de la manera que usted cree mejor.
Entonces, vea abajo algunas razones para dejar de odiar su cuerpo:
1. Deje de pensar negativo. El pensamiento tiene una fuerza muy grande, por eso, pensar negativo solo traerá resultados impropios. Busque ocupar su mente con cosas que le harán bien a su interior, para que naturalmente eso se refleje en su exterior.
2. Haga una lista de las palabras que escucha diariamente sobre su apariencia y elimine las que ponen su autoestima hacia abajo.
3. Involúcrese con cosas que promuevan su verdadero yo. No deje que la obsesión por la apariencia física tome espacio en su vida, porque usted tiene mucho más para ofrecer.
4. Aprenda a valorarse y ámese desde adentro hacia afuera.
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