Ethel y su esposo fueron víctimas de brujería, que fue la causante de discusiones en su matrimonio, vicios, problemas económicos y de salud.
«Una exnovia de mi esposo, que no había aceptado perderlo. Nos estaba haciendo brujería. Puso una brujería en nuestra ropa y yo la encontré. Era una bolsa con un santo, polvo blanco y un cartel que decía: “envidia”. Desde entonces, la relación con mi esposo empeoró, se puso agresivo y empezó a echarme de la casa», recordó. Pero eso no era todo, también enfrentaba problemas de salud. Ella contó que sufría de migrañas que duraban cuatro días, en los que no podía comer, dormir ni realizar las tareas del hogar. Por otro lado, no tenían para comer, porque todo el dinero que su esposo ganaba lo gastaba en los vicios. «En mi hogar no había paz. El peor momento de mi vida fue cuando la persona que nos alquilaba la vivienda nos dijo que, si no teníamos para pagar, que nos teníamos que ir a vivir a la calle», relató. Ethel asegura que escuchaba una voz que le decía: «Matate, tu esposo no te quiere, no sirves para nada, no puedes cuidar a tu hija». También destacó que, debido a los dolores de cabeza, tampoco podía cambiarle los pañales a su hija. Sin embargo, todo cambió cuando recibió una invitación para participar en la Iglesia Universal. «Algunas personas me contaron lo que Dios había hecho en sus vidas. Le dije a Dios que cambiara también mi vida, porque ya no quería vivir. Él me sanó y mi esposo lo notó. Cuando él llegaba a la casa, estaba la comida hecha y la casa limpia, no podía creer que yo ya no tenía migrañas. Un mes después, él dejó de beber alcohol», y finalizó diciendo: «Hoy mi vida amorosa y económica están restauradas. Fui curada y mi esposo fue libre de los vicios».
Participe de esta reunión de fe que se lleva a cabo todos los viernes a las 20 h, en Av. Corrientes 4070, Almagro, o en la Universal más cercana a su domicilio. Otros horarios: a las 8 h, 10 h, 12 h y 16 h.