Una noche mal dormida puede reflejarse en muchos resultados en la productividad profesional. Es eso es lo que indica una investigación realizada por la Universidad Cambridge, en Gran Bretaña. El análisis, que fue realizado con 21 mil funcionarios de diversas empresas, indicó que aquellos que dormían menos de siete horas por noche tenían un peor desempeño que los compañeros que dormían entre siete y ocho horas.
Pero el insomnio no afecta tan solo al rendimiento en el trabajo. Las personas que no duermen bien tienen la costumbre de presentar irritabilidad, cansancio, desánimo, pérdida de memoria e incluso baja la inmunidad, lo que facilita el padecimiento de infecciones. Esto alerta Luciano Ribero, neurólogo de la Asociación Brasileña del Sueño. “Los efectos inmediatos de una noche mal dormida son la somnolencia, el cansancio e incluso el aumento en el riesgo de accidente de tránsito. Otras repercusiones de noches mal dormidas a medio y largo plazo son problemas físicos y mentales, enfermedades cardiovasculares, obesidad, diabetes, envejecimiento precoz y mortalidad precoz”, aclara.
Estilo de vida
La especialista en sueño, y doctora en salud de los niños y adolescentes, Célia Rocha, recuerda que los cambios en el estilo de vida de la población y el aumento de las exigencias del trabajo, han llevado a las personas a dormir cada vez menos. Según ella, la privación del sueño produce efectos negativos difíciles de ser revertidos.
“Muchas personas creen que recuperarán el sueño después, pero eso no es posible. Nosotros necesitamos dormir porque es reparador para la memoria y para el cuerpo. A lo largo del tiempo, la falta de descanso provoca perjuicios en el trabajo, en las relaciones interpersonales y en la salud”, explica la doctora, que forma parte del Grupo de Investigación Avanzada en Medicina del Sueño del Hospital de Clínicas de la Facultad de Medicina de la USP, en San Pablo.
Ribeiro agrega que el estrés y la ansiedad también son enemigos del sueño. “Para tener un sueño de calidad, la persona no debe llevar las preocupaciones a la cama. Además de eso, muchos usan tranquilizantes y antidepresivos para dormir y esos medicamentos son perjudiciales, pues interfieren en la concentración.”
¿Cantidad ideal?
La doctora Célia afirma que la cantidad ideal de sueño puede variar de persona a persona. Por eso, cada uno debe descubrir la propia necesidad. Hay personas que duermen solo cinco horas y se despiertan dispuestas. Otras necesitan nueve, diez horas y aun así para ellas no son suficientes. La necesidad media de un adulto es de ocho horas de sueño.”
Una buena noche de sueño no debe ser medida tan solo por la cantidad de horas. El doctor Ribeiro alerta que las personas que se despiertan cansadas independientemente del número de horas dormidas deben buscar a un especialista. Quien presenta insomnio por tres meses seguidos también necesita ayuda. “El gran problema es que muchas personas no tienen consciencia de que duermen mal. A veces, ellas duermen siete, ocho horas, pero representan somnolencia e irritabilidad. La apnea del sueño, por ejemplo, es un mal silencioso y representa un factor de riesgo para las enfermedades cardiovasculares. En esos casos, es necesario hacer un examen del sueño para descubrir el problema”, concluye. Vea los consejos de los especialistas para una buena noche de sueño.
Consejos para dormir bien
*Comodidad: certifique que su colchón y sus almohadas sean cómodas.
*Horarios regulares: trate de dormir y despertarse siempre en los mismos horarios.
*Cantidad necesaria: observe cuantas horas de sueño son ideales para usted y respete esa cantidad de sueño diariamente.
*Sin aparatos electrónicos: no use la computadora, la televisión, los videojuegos, la tablet y los smartphones en el cuarto.
*Luminosidad: los ambientes claros pueden engañar al cerebro y perjudicar la calidad del sueño. Busque dormir en ambientes oscuros.
*Sin exceso: evite el exceso de bebidas alcohólicas y de comida antes de dormir. Recuerde que la cafeína también dificulta el sueño.
*Ambiente perfecto: el cuarto debe ser silencioso y debe tener una temperatura adecuada.
*Ansiedad: no lleve sus preocupaciones a la cama. Si usted tiene problemas para resolver, anote todo en un papel o en una agenda virtual y evite pensar en ellos hasta el día siguiente.
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