El británico Stephen Hawking (foto), uno de los científicos más famosos del mundo, sigue defendiendo su incredulidad en Dios. En una entrevista reciente al periódico español El País, Hawking, que solo puede comunicarse escribiendo con la ayuda de un sensor en la mejilla, donde está uno de los pocos músculos que aún se mueven en su cuerpo, debido a una enfermedad neurodegenerativa, explicó su visión ante la existencia de una figura Divina. Cuando se le preguntó si era posible ser un buen científico y creer en Dios, Hawking dijo con énfasis: “Utilizo la palabra “Dios” en un sentido impersonal, tal como Einstein, para referirme a las leyes de la naturaleza.”
Recientemente las memorias del físico, doctor en cosmología (el estudio del origen y de la evolución del Universo), fueron contadas en la película “La Teoría del Todo” (2014 – Universal Pictures), que demuestra claramente los intentos de Hawking de encontrar una explicación científica para todo. La biografía se centra en el ateísmo del científico desde joven.
Durante la entrevista, él afirmó que no se necesita a Dios para justificar la creación del Universo, “Las leyes de la ciencia son suficientes para explicar el origen del Universo. No es necesario invocar a Dios”, destacó.
Contra todos los pronósticos
A pesar del escepticismo, ¿cómo Hawking explicará estar vivo, en contra de las probabilidades de su supervivencia? Al científico le diagnosticaron esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad degenerativa que, a pesar de paralizar los músculos del cuerpo, no afecta las funciones cerebrales. Él tenía 21 años cuando recibió el diagnóstico, y solo 2 años de vida por delante, según los médicos. A los 73 años, ¿qué explicación científica tendrá Hawking sobre su propia vida? ¿Es un milagro? Pero ¿cómo se le explica un milagro a alguien que no cree en Dios?
¿Cómo se relaciona la Palabra de Dios con la ciencia?
Algunos creen que la Biblia es un libro anticuado, sin embargo, mucho antes del desarrollo de la ciencia espacial, la Palabra de Dios ya registraba, por ejemplo, el campo gravitatorio, el movimiento del sol, el ciclo del agua y la vida en la sangre. En su blog personal, el obispo Macedo explica que la propia ciencia de hoy muestra que la Biblia es una compilación de hechos comprobados. “De hecho, cuanto más aprendemos, más descubrimos que la Biblia es científicamente exacta”, destaca el obispo.
Delante de todas las especulaciones de los estudiosos, vea lo que las Escrituras Sagradas dicen:
“Destruiré la sabiduría de los sabios, y desecharé el entendimiento de los entendidos. ¿Dónde está el sabio? … ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo? (…) sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en Su Presencia.” 1 Corintios 1: 19-20; 27-29
Por medio de la ciencia, el físico Isaac Newton – que descubrió de la ley de gravedad y que, como Hawking, fue profesor de matemática en la Universidad de Cambrigde, Inglaterra -reconoció: “El más bello sistema del sol, los planetas y los cometas, solo podrían provenir del consejo y el dominio de un Ser inteligente y poderoso.”
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