¿Recuerda cuando un meteorito alcanzó la región de Chelyabinsk, en Rusia, en el 2013? La roca chocó con otro asteroide mientras aún estaba en el espacio. Al volar a la Tierra, se volvió una gran bola de fuego, alcanzando diferentes partes del país, destruyendo una fábrica, miles de puertas, ventanas, además de despedazar ventanales y dejar más de mil personas heridas. Lo más curioso es que según los científicos la colisión sucedió hace 290 millones de años antes, pero las consecuencias se sintieron en nuestro milenio.
A fines de 2014, un equipo de astrónomos del Instituto de Tecnología de California (Caltech), en Estados Unidos, descubrió que dos agujeros negros (cuerpos celestes de masa muy grande para el espacio que ocupa, resultando en un campo gravitacional tan fuerte del cual ni siquiera la luz puede escapar) súper masivos estaban orbitando a una distancias menor que un décimo de año luz (unidad que corresponde a la distancia recorrida por la luz, en el vacío, durante 1 año, a la velocidad de 300 mil kilómetros por segundo), imperceptible en términos astronómicos, lo que podría significar el fin de aquella galaxia. “A esa distancia, los agujeros negros perderían rápidamente la energía, emitiendo ondas gravitacionales, y entrarían en un espiral hasta la explosión final, en 100 mil años”, afirma el profesor Zoltan Haiman, de la Universidad de Columbia, también en Estados Unidos.
Tsunami gravitacional
Los científicos explicaron que es difícil prever los efectos de la colisión, que podrían generar una especia de tsunami de ondas gravitacionales que se esparcirían por el espacio, haciendo temblar el propio tejido que compone el Universo.
La galaxia es tan distante que la tragedia pudo haber sucedido hace más de 3 billones de años, pero puede ser que la noticia llegue hasta nosotros en aproximadamente de 100 mil años, de acuerdo con Bryan Nelson, del portal Mother Nature Network.
Apocalipsis
Hace años se especula que el Universo esté muriendo lentamente. Las posibilidades son infinitas, y la Biblia hace mención de la caída de objetos celestes:
“Entonces hubo relámpagos y voces y truenos, y un gran temblor de tierra, un terremoto tan grande, cual no lo hubo jamás desde que los hombres han estado sobre la tierra.(…)Y toda isla huyó, y los montes no fueron hallados. Y cayó del cielo sobre los hombres un enorme granizo como del peso de un talento; y los hombres blasfemaron contra Dios por la plaga del granizo; porque su plaga fue sobremanera grande.” Apocalipsis 16:18,20-21
Así como la muerte, no es posible prever ninguna alteración en el Universo, sin embargo, lo que está en el alcance de la humanidad es preparase espiritualmente. Usted puede saber el destino de su cuerpo, ¿pero usted saber el de su alma después de su muerte?
Sepa más sobre este asunto en la Noche de la Salvación, que se realiza todos los miércoles, en la Universal de Almagro, Av. Corrientes 4070 a las 20h, o ingrese aquí para consultar la dirección de una iglesia más cercana a usted.
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