“El encuentro de dos personalidades es similar al contacto entre dos sustancias químicas. Si hay alguna reacción, ambas serán transformadas”. Quien dijo esto fue Carl Jung, el padre de la psicología analítica. ¿Sabía que eso encaja perfectamente en un matrimonio?
¿Quién ya ha escuchado decir a un hombre “soy una persona mejor después de fulana”? Es obvio que la mujer en cuestión no es exclusivamente la autora del cambio, pero es una parte muy importante en el proceso. Y la ciencia lo afirma: los investigadores de la Universidad Estatal de Michigan (MSU, su sigla en inglés) constataron que un buen matrimonio puede disminuir considerablemente conductas agresivas – e incluso ilegales – de un hombre. Ellos también descubrieron que un sujeto anteriormente antisocial, tiende a expandir su círculo de relaciones después del matrimonio.
Observemos a un hombre que vive solo. Sus acciones tienen efectos directamente sobre su vida solitaria, lo que a veces ni él se da cuenta. Y así sigue, continua viviendo. Pero cuando se casa, es sorprendido: comienza a observar que sus acciones no solo tienen consecuencias sobre su vida, sino también en la de su esposa – y de sus hijos, si fuera el caso. Él nota que afecta la existencia de alguien a partir de ese momento. Por supuesto que, si nuestro amigo de esta historia fuera sensato, empezará a comportarse decentemente, porque es consciente de que alguien más sufrirá hace algo que no debería hacer.
Esta relación marido-esposa en casa, es como si fuera una especie de curso intensivo en un ámbito más cerrado, para la vida “allá afuera”, porque en los círculos sociales más grandes, el hombre también llega a entender cómo puede afectar la vida de los compañeros de trabajo, de los amigos, de los otros parientes e incluso de las personas de su ciudad, estado, provincia o país. Si todos tuvieran esa noción – lo que lamentablemente no ocurre tanto como nos gustaría -, con seguridad, no solo los matrimonios serían mejores, sino toda la sociedad ganaría, porque sería construida por miembros inteligentesy preocupados por el buen funcionamiento de su comunidad, y no por individuos egoístas que sólo piensan en su satisfacción, incluso si la misma perjudica a otros – ejemplos no faltan: criminales, corruptos, adictos…
Obviamente, son los buenos matrimonios los que ayudan a un hombre a mejorar, y no las relaciones tóxicas en las que ninguno de los dos cónyuges evoluciona. Cuanto mayor era la calidad de las relaciones de los encuestados por la MSU, más bajos fueron los niveles de comportamiento antisocial masculino, incluso si antes de casarse, los maridos tenían la tendencia a estar solos o en grupos pequeños.
Tiene sentido. Volviendo a la frase de Jung al principio del texto, dos sustancias químicas juntas pueden causar una reacción que dé como resultado otra sustancia beneficiosa, útil. Pero la elección de las mismas hace mucha diferencia, porque también hay reacciones que producen venenos o hasta pueden ser explosivas. Y manipular la mezcla de una manera correcta también es importante para que el asunto “no deje de funcionar”, por mejores que sean los ingredientes. Entonces, querido amigo, piense bien en esto a la hora de elegir a la persona que vivirá a su lado, y sepa que sí, un buen matrimonio puede hacer de usted un hombre más inteligente y mejor. Incluso la ciencia lo ha comprobado.
¿En qué puedo mejorar?
Casado o no, un hombre inteligente puede reflexionar sobre lo que puede mejorar en sí mismo. ¿Qué tal si comienza con las tres áreas que necesita cambiar con más urgencia? En su caso, ¿se relacionan a la salud? ¿A su relación con las personas? ¿Al carácter? ¿Al espíritu? ¿Al dinero?
Vea consejos muy buenos de cómo hacer esto en el Desafío #2, ingresando en www.intellimen.com.
Agenda para dos
Usted y su esposa realizan algunas cosas juntos, y “pobre de usted” si olvida algún compromiso, una fecha especial… La aplicación Simply Us ayuda a organizar la vida de la pareja con recordatorios y organización de las tareas. Gratis para los iOS.
[related_posts limit=”17″]