“¿Has visto hombre solícito en su trabajo? Delante de los reyes estará;
no estará delante de los de baja condición.” (Proverbios 22:29)
¿Cuál es la importancia de ser un hombre excelente? Esta pregunta se respondió en la conferencia “Hombres Excelentes”, del Proyecto Intellimen, en el Templo de Salomón, en San Pablo.
El encuentro especial lo inició el obispo Edir Macedo, que aclaró cuál es el papel del hombre en el mundo creado por Dios.
“Dios hizo al hombre para dominar y no para que sea dominado. Dios hizo al hombre para dominar el mundo y lo que Él había creado, como muestra la Biblia. El hombre era proveedor, era el cazador, él tenía que poner toda su fuerza. Pero el hombre perdió esa conciencia con el tiempo”, destacó.
El obispo Macedo agregó que, para dominar en el mundo, el hombre necesita, primeramente, aprender a dominarse a sí mismo. Por eso, leyó en la Palabra de Dios la orientación del Señor Jesús para que una persona se torne excelente.
“Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.” (Mateo 7:24)
“Jesús habla aquí no solamente en el sentido espiritual, sino que es una analogía de la vida como un todo. Construir la casa sobre la roca es más difícil, exige sacrificio, demora más, sin embargo, cuando la casa se termine, estará firme, será resistente. Si usted escucha y practica las orientaciones de Dios, Él lo honrará”, observó el obispo.
¿Qué debe exigirse un hombre?
La segunda parte del evento lo condujo el conferencista Renato Cardoso, que destacó: “Todo lo que usted hace es una ofrenda para Dios. Imagínese si allá, en su trabajo, el Señor Jesús fuera su patrón ¿cómo trabajaría usted? Lo que usted haga, hágalo con todas sus fuerzas. Nuestra obligación es siempre hacer todo para la gloria de Dios.”
Para que un hombre desarrolle el espíritu de excelencia en su vida, es importante que se cuestione cómo se debe hacer algo, como si fuera realizado para Dios. Piense siempre en lo siguiente: si Dios fuera el receptor de lo que voy a hacer ahora, ¿cómo lo haría?
“El Intellimen es un proyecto de excelencia, es un proyecto que pretende ayudar a los hombres a crecer”, finalizó Renato.
Venciendo los desafíos
Los amigos Claudio Roberto Alves Domingues, de 34 años, y Paulo Sergio da Silva, de 40 años (foto de al lado), participan del Proyecto Intellimen hace 3 años y nos cuentan que muchas cosas sucedieron de ahí en adelante.
“Descubrimos el grupo por medio del mensaje inaugural en el blog de Renato Cardoso. Nos intereso la propuesta del Intellimen, de convertirnos en un hombres inteligentes. Leímos el manifiesto que explicaba cómo sería el proyecto y aceptamos. Nos asociamos. Por ejemplo, si atravesamos una dificultad, nos contamos la experiencia, pensamos estrategias para resolverlas. Aprendemos a pedir ayuda y no intentar hacer las cosas solo, golpeándonos contra la pared. Cuando comenzamos con los desafíos aprendimos que había cosas que debíamos cambiar inmediatamente, por eso comenzamos a trabajar en eso y percibimos que estábamos haciendo algo para mejorar. No se puede mejorar lo que uno no sabe que está mal”, explicó Claudio.
Paulo agrega: “El hombre tiende a decir que está haciendo lo correcto, que no necesita involucrarse con los desafíos, que “es mi manera, sé cómo funciona”, o que ya es un desafío vivir, que no necesita mejorar y que está todo bien así. Sabe que está equivocado, pero insiste en el error.”
Y Claudio concluye: “Uno aprende a trabajar sus debilidades. La sociedad realmente presiona al hombre. Él tiene que ser el hombre de la casa, el hombre que soluciona los problemas, el hombre que no llora. Pero, si no se identifican los problemas, la situación no mejora.”
En búsqueda del crecimiento
Los amigos Marco Roberto de Almeida, de 48 años, y Lucas Leandro Nascimento dos Santos, de 20 años (foto de al lado), cuentan que la iniciativa de participar de la conferencia vino por el deseo de alcanzar un crecimiento personal.
“Conocí el grupo Intellimen por la página y por el periódico de la Universal. Vi contenidos sobre un hombre que se transforma para mejor- en relación a su esposa, al trabajo y a las otras áreas. Y, todo lo que leí, me ayudó mucho. Es información para que uno tenga una vida mejor. Llegué a la Universal hace 10 años y fui curado del vicio de la cocaína. Lo que aprendemos aquí y ponemos en práctica nos mejora la vida. Por eso, decidí participar del encuentro especial de hoy y lo invite a Lucas, mi amigo de la facultad, para que también venga “, cuenta Marco.
Lucas explica el motivo de haber aceptado la invitación de Marco: “Yo tenía curiosidad de conocer el trabajo, el cambio que se produce en la vida de las personas. Es la primera vez que vengo al Templo de Salomón, y quería presenciar esto de cerca.”
Participe del Proyecto Intellimen
Si usted también desea alcanzar nuevos objetivos y aprender a ser un mejor hombre, participe del Proyecto Intellimen. Lea el Manifiesto e ingrese a la página www.intellimen.com [related_posts limit=”17″]