Yorrana Patrícia vive un drama. El divorcio de los músicos Chimbinha y Joelma le afectó más a ella que a cualquier otro fan. Porque Yorrana tiene en su espalda, un gran tatuaje de la pareja abrazada (foto de al lado), realizado cuando creía – tal vez como la misma pareja- que la relación duraría para siempre.
En ese momento, Yorrana era una adolescente de 17 años. Hoy, a los 21, ella deberá borrar o cubrir el dibujo – ambos procesos son caros y dolorosos. “Me decepcionaron las cosas que supe de él, pero, si me lo borro, lo borraría todo”, declaró la joven al Portal R7.
Si Yorrana se hubiera imaginado que el matrimonio de Chimbinha terminaría en un escándalo de infidelidad, no se habría tatuado. Pero actuó sin pensar en las posibles consecuencias, impulsivamente, y, por eso, está triste con su propio cuerpo.
El apuro que entorpece
Reflexione: ¿Cuántas veces usted dijo algo y después se arrepintió? ¿Cuántas actitudes tomó antes que no tomaría hoy?
Todas las personas, en algún momento, actúan sin pensar. Pero, ese momento debe ser la excepción, no la regla, pues las consecuencias pueden ser graves.
Un estudio realizado por la Universidad de Vermont (Estados Unidos), muestra, por ejemplo, que la impulsividad de los jóvenes facilita el acceso a las drogas y, por lo tanto, la adicción.
El libro de Proverbios, en la Biblia, tiene varias enseñanzas al respeto de quien actúa con prisa, sin reflexionar:
“Como ciudad derribada y sin muro es el hombre cuyo espíritu no tiene rienda.” (25:28)
“El que tarda en airarse es grande de entendimiento; mas el que es impaciente de espíritu enaltece la necedad.” (14: 29)
Por dónde caminar
El actor y personal trainer irlandés John D’Alessandro cuenta que, desde su adolescencia, actuaba sin pensar en las consecuencias que podrían surgir. Eso lo llevó a andar con malas compañías y, a cometer actos de los cuales se arrepentiría.
“Yo era un joven muy rebelde, andaba con pandillas, bebía, consumía drogas, y robaba”, cuenta él.
Ese comportamiento atormentó su vida y, como él mismo describe, lo hizo vivir con pánico, con miedo de volverse loco. Sus actitudes podrían llevarlo a la prisión, a una sobredosis, a enfermedades como cirrosis, diabetes y cáncer e incluso a la muerte por causa de las peleas. Él pensó en eso cuando conoció la Universal.
“Yo tenía solamente 21 años y jamás imaginé que cambiaría completamente quien era. Rápidamente vencí los vicios, fui curado de los ataques de pánico, cambié mis compañías, pasé a vivir de forma correcta delante de la sociedad”, afirma él. “La fe me ayudó a cambiar mi visión. Seguramente no estaría vivo si no fuera por aquel folleto de la Universal.”
Hoy, él da su testimonio incentivando a los jóvenes a que actúen de acuerdo con la fe, reflexionando sobre la Biblia y sobre las consecuencias que sus actos pueden tener. Las Escrituras dicen: “¿Has visto hombre ligero en sus palabras? Más esperanza hay del necio que de él.” Proverbios 29:20
Si las palabras precipitadas le sacan la esperanza a un hombre, imagínese los actos precipitados.
¿Quiere aprender a lidiar con la impulsividad? Visite la Universal más cercana a su domicilio.
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