Los beneficios que internet ofrece a las personas son muchos, así como los peligros. Los crímenes relacionados con la pedofilia, el racismo y la violencia se están convirtiendo en algo común detrás de la pantalla de una computadora – o de un celular.
Desde muy pequeños, los niños saben mejor que los adultos navegar en internet. Ellos crean perfiles en sitios de relaciones y terminan dejando expuestas pistas sobre sus datos personales. El gran problema es que los niños y adolescentes no tienen la suficiente madurez para saber lo peligroso que eso puede ser. En las relaciones virtuales, no logran darse cuenta si quien está del otro lado tiene malas intenciones o no, si está mintiendo o no.
Recientemente, un adolescente de 13 años del Distrito Federal fue persuadido para huir de la casa para vender drogas y cometer robos. Y para eso bastó tan solo un día de conversación en una red social con un traficante que cumple su condena en una penitenciaría en Londrina, en Paraná.
Todo comenzó luego de que el adolescente le ponga “me gusta” a una foto de un compañero de escuela que aparecía al lado del presidiario, que rápidamente entró en contacto con el chico y lo convenció de que vender drogas y robar le traería muchos beneficios a su vida. Entonces, él y el compañero decidieron huir, pero 4 días después fueron encontrados, en el estado de Minas Gerais.
¿Dónde están los padres?
Algunas investigaciones muestran que la mayor parte de los padres se preocupa con lo que los hijos están haciendo en internet, pero, al mismo tiempo, no ponen ninguna regla restrictiva a su uso.
El obispo Renato Cardoso, explica, en su blog, que es necesario que los padres tengan tiempo para sus hijos, ya que es una inversión que tendrá retorno. “No es de extrañar que los problemas en el matrimonio, padres e hijos, hermanos y hermanas se instalen en medio de las familias. Cuando menos lo notamos, estamos viviendo como extraños dentro de la casa. Hay una falta de sincronía. Uno no sabe mucho del otro. El marido está desconectado de la esposa. Los padres no saben lo que pasa con los hijos. Y la casa se convierte en un hotel”, alerta.
Él, incluso, da algunos consejos para que los padres reserven y protejan a sus hijos: “Busquen siempre sentarse juntos a comer, conversen más sobre lo que les está sucediendo en la vida actualmente, compartan más sobre su día, muestren interés en la vida escolar y en la educación de sus hijos. Por otro lado, los hijos, ábranse con los padres y hagan alguna tarea en la casa juntos, con el fin de que la armonía entre la familia sea permanente.”
Comparta este artículo con sus familiares y amigos en las redes sociales.
[related_posts limit=”17″]