Cuando están juntos, los actores Ashton Kutcher y Mila Kunis (casados hace cinco meses y padres de la pequeña Wyatt Isabelle) no esconden la felicidad de la unión. Sin embargo, la revista Life & Style especuló que la relación pasaba por un mal momento debido a la inseguridad de Mila en relación a la fidelidad de su marido.
Ashton ya estuvo casado con la actriz Demi Moore, a quien traicionó. Como él y su actual esposa eran amigos en esa época, le confesó su infidelidad. Ahora, Mila teme que le suceda lo mismo. Una fuente de la revista reveló que ellos habían discutido mucho, mostrando que la pareja no estaba bien.
Eso genera una reflexión sobre un tema muy común en las parejas: la inseguridad que provoca celos, notorios en las siguientes situaciones: Ella se queja porque él no le presta mucha atención o él se queja porque cree que ella se arregla demasiado para hacer sus tareas diarias, cuando uno se queja porque el otro llega tarde, porque tiene amistades con personas del sexo opuesto en el trabajo, porque usa el celular a escondidas…
Todo eso es síntoma de inseguridad, porque ambos necesitan que el otro les transmita seguridad, principalmente la mujer, que busca eso como principal cualidad en un hombre.
Para superar la inseguridad que genera celos, tenga en cuenta estos tres puntos fundamentales.
1.- Poner límites. Hay cosas aceptables e inaceptables en una relación, como tener contactos indebidos con otras mujeres u hombres por teléfono u online. Dígale al otro lo que piensa y busquen una salida.
2.- Entiendan que se eligieron mutuamente. Si los celos son infundados, recuerden que están juntos y no con otra persona.
3.- Si no logran superar el problema, busquen ayuda. Participen este jueves a las 16 o 20 de la Terapia del Amor, donde aprenderán a superar la inseguridad y a fortalecer la unión de la pareja. Lo esperamos en Av. Corrientes 4070.
Los celos estaban destruyendo su matrimonio
Mariana: “Yo quería estar con alguien, pero no podía disfrutar, siempre pasaba algo en la pareja, nos agredíamos o discutíamos. Conocí a Pablo, nos pusimos de novios y nos casamos. Al principio todo estuvo bien, pero sus celos enfermizos y su desconfianza estaban arruinando la relación. Él me hacía un escándalo si me perfumaba o me arreglaba para ir a trabajar porque pensaba que estaba seduciendo a otros hombres.
Un día, cansada de vivir así, en medio de una discusión le tiré todas sus cosas al patio. Ahí nos dimos cuenta de que la relación no tenía solución. Al tiempo mi esposo comenzó a participar de la Terapia del Amor y fue cambiando, lo noté más tranquilo y con otra actitud. Su nuevo comportamiento hizo que quisiera acompañarlo. El Espíritu del Amor trabajó en nosotros, aprendimos a tratarnos mejor y a conocer al otro, así fuimos viendo los cambios de a poco. Hoy somos felices y disfrutamos de cada momento juntos”.
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