Dos hechos recientes fueron virales en internet. Ambos sucedieron durante la prestación de servicios drive – in (sin salir del auto) en cadenas de alimentos en Estados Unidos. En el primero, un empleado de una franquicia de fast – food llama a un hombre en situación de calle, en un día lluvioso y frío, y le ofrece un sándwich. Cuando el hombre se acerca para agarrar el alimento, el empleado le tira una vaso de agua helada en el rostro. Mientras, una persona que estaba en su auto haciendo fila, filma la escena y se ríe. Parece mentira, pero es real y sucedió en Detroit, en Michigan.
El segundo caso, afortunadamente, contrasta con el primero. Una joven sorda hizo el pedido en un drive – in de una red de cafeterías y fue sorprendida: la imagen de una empleada que se comunica en lenguaje de señas rápidamente aparece en la pantalla. Eso sucedió en St. Augustine, en Florida.
Reacción
Piense por un instante en el hombre de Detroit y póngase en su lugar. En una noche muy fría y lluviosa de otoño, alguien le ofrece un alimento caliente y apetitoso, algo que usted necesita. Cuando intenta agarrarlo, usted recibe un vaso de agua helada en el rostro. ¿Qué haría?
La reacción de aquel señor fue solamente preguntar: ¿por qué hiciste eso? Imagínese tener que andar por la calle con el agua fría escurriéndose en la ropa que ya no servía para abrigarlo. Peor que eso fue el dolor de la humillación.
Ahora, póngase en el lugar de la joven sorda de Florida. Ella fue a la cafetería e hizo su pedido, teniendo una limitación auditiva. La joven se sorprendió cuando la empleada apareció en la pantalla y se comunicó con ella en lenguaje de señas. Sorprendida y feliz con la recepción del establecimiento, la clienta volvió al día siguiente y filmó la atención especial, para compartirla en las redes sociales.
La iniciativa de la empleada llamó la atención. Dominar el leguaje de señas no estaba entre los requisitos para su contratación en la empresa. Ella no tiene deficiencia auditiva, tampoco familiares con ese problema. Pero, cuando era pequeña, decidió aprender el lenguaje de señas al ver una profesora que conversaba con los niños sordos. Ahora, en la etapa adulta, ese aprendizaje fue un elemento diferenciador.
Su responsabilidad
Los diversos comentarios en internet mostraron tanto la indignación por el caso de Detroit como la admiración por el de St. Augustine.
Las respectivas empresas también vieron las actitudes de sus empleados, que tendrán sus carreras influenciadas por esas acciones. Las historias reales ilustran dos ejemplos de profesionales: los que son indispensables para la empresa y los que dejan mucho que desear y no brindan un servicio de excelencia.
Eso nos lleva a pensar en cómo las acciones, que pueden parecer pequeñas e insignificantes, tienen influencia en el día o en la vida de alguien. En su trabajo, en la familia, o incluso mientras esté caminando por la calle, sus actitudes no pasan desapercibidas. Y ellas son las que, muchas veces, pueden hacer a la otra persona, conocida o no, ganar o lamentar el día. Piense en eso y no se olvide de que usted también es responsable por mucho de los que sucede de bueno o de malo a su alrededor. Todos los días. Por eso, es necesario saber tomar la decisión correcta. La decisión que es capaz de hacer toda la diferencia.[related_posts limit=”17″]