El año 2016 llegó de una manera especial para los miembros de la Universal de Portugal. Eso es porque el obispo Edir Macedo, fundador y líder de la Universal, realizó en Lisboa, la capital, una reunión especial de fin de año.
El lugar elegido para la “Vigilia de Año Nuevo”, fue el Templo Mayor, la sede de la Universal en Portugal. Aproximadamente dos mil personas estuvieron presentes.
La reunión la comenzó el obispo Júlio Freitas y el obispo Edir Macedo la continuó.
“En unos instantes entraremos en el año nuevo y, si usted no cambia su cabeza, su forma de pensar, su vida nunca cambiará”, dijo el obispo Macedo.
Según él, muchos males son causados primero en el alma y después llegan al cuerpo físico, y la única manera de evitar eso es mantener el alma sana. Para eso, es necesario estar en comunión con Dios, el Único capaz de llenar y elevar el alma del hombre.
El obispo citó como ejemplo el cáncer, una enfermedad que preocupa mucho a los portugueses. Hablando sobre el tema, dijo: “La razón no se debe a los alimentos, pues mi discernimiento espiritual no le atribuye la razón de ese cáncer a la comida, sino al malestar, a los resentimientos, rencores, odios, a los sentimientos de amargura y de envidia que muchos cargan en su interior. Ese es el cáncer del alma, porque antes de ser físico, la persona contrae la maldición del cáncer en el alma, después se extiende al cuerpo físico.”
¿Qué hacer en el nuevo año?
El mensaje transmitido fue de superación. La certeza de que el cambio de vida es posible y, para que eso suceda, es necesario cambiar uno mismo. Perdonar, amar al prójimo, estudiar y cumplir la Palabra de Dios son actos que deben adoptarse de inmediato si desea un 2016 pleno.
Cerca de la medianoche se realizó la Santa Cena. En ese momento, los presentes decidieron que habría una transformación efectiva.
(*) Colaboró Folha de Portugal
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