En la vida del feto, entre la semana 16 y 25 de gestación comienza la producción de líquido pulmonar fetal, que será eliminado antes, durante y después del nacimiento dependiendo del tiempo de gestación, el tipo de parto y la participación de algunas hormonas. “Si estos mecanismos no se llevan a cabo en forma conjunta pueden retener y/o modificar la composición del líquido pulmonar fetal y el recién nacido puede desarrollar edema pulmonar”, afirma el doctor Luis Paulino Islas Domínguez, del Hospital General de México.
La taquipnea transitoria del recién nacido o pulmón húmedo es la persistencia del edema pulmonar del feto después del nacimiento, por lo que se denomina también retención de líquido pulmonar fetal y es una de las causas del síndrome de distrés respiratorio del recién nacido.
El tratamiento consiste en proporcionar una cantidad suficiente de oxígeno a todo recién nacido con dificultad respiratoria. Si no mejora, se suele emplear un CPAP: presión continua de aire a presión, o en casos graves, ventilación mecánica después de la anterior intubación del paciente. Se debe garantizar al bebé un ambiente de tranquilidad y protegerlo contra la pérdida de calor.
Los bebés de sexo masculino son más propensos a sufrirlo, al igual que los bebés de madres diabéticas o que se sometieron a tratamientos de infertilidad.
“No me desesperé, sabía que había una salida”
Roxana Marín llegó a la Universal buscando una solución porque su vida estaba destruida, su esposo estaba enfermo del corazón, estaban enfrentando una situación de mucha miseria, tanta que sus hijos tuvieron que irse a vivir con su padre y la abuela para poder comer. Al poco tiempo ella se entera de que estaba embarazada del menor de sus hijos y al realizarse los estudios médicos le informan que su bebé iba a nacer con edema pulmonar en el pulmón izquierdo, lo que causaría complicaciones en los primeros momentos de vida del pequeño.
Después de pasar por la dolorosa experiencia de tener que desprenderse de sus hijos porque no tenía condiciones para alimentarlos, la llegada del bebé sumaba más preocupaciones, sin embargo, esta vez ella sabía que debía usar su fe para revertir ese cuadro. Ella no aceptó esa situación, fue con la ecografía en manos a la reunión y oró determinando que su hijo nacería sano.
“El parto fue complicado, porque tenía el cordón umbilical enroscado en el cuello, pero yo tenía confianza en que todo saldría bien. Siendo recién nacido los médicos le hicieron el estudio que debían realizarle y el resultado confirmó que estaba sano, no sufriría insuficiencia respiratoria”, destaca y agrega “hoy puedo disfrutar de la compañía de mis hijos y mi esposo porque aprendí a vencer cualquier situación adversa con mi fe”.
Martes a las 8, 10, 16 y principalmente a las 20hs en Av. Corrientes 4070 – Almagro o en la Universal más próxima a su casa.
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