El nuevo año está comenzando, amigo. Por supuesto que solo es un número más en el calendario, pero muchas personas aprovechan esto para utilizarlo de una manera positiva (o para recomenzar) un cambio radical y favorable en la vida.
Pero hoy quien tiene la palabra es el Intellimen paulista Felipe Serrano (Foto abajo). Él estuvo en el primer evento del “Año de la disciplina”, que llevó a que hombres de diferentes edades decidieran optar por la excelencia como estilo de vida, en el Templo de Salomón, el sábado 2 de enero.
A los 19 años, el joven ya es empresarioy tiene una noción bastante sólida de la trayectoria que eligió. Él nos cuenta de una manera bien sincera y clara, no solo como fue el evento, sino cómo comenzó a entender mejor ese impulso de disciplina como algo imprescindible para quien quiere seguir el mismo camino.
“Yo era un alumno de un curso superior de Administración. Pero, el semestre pasado, tuve que interrumpirlo por no poder conciliar el trabajo y los estudios. Pretendo volver a la facultad este año. En febrero del año pasado, decidí comenzar mi propio negocio, en el área de servicios automotores, con el innovador y popular lavado a seco de vehículos. Estamos en actividad en un condominio comercial.”
Comencé en el proyecto Intellimen el día 11 de mayo del 2014 y terminé semanalmente las tareas. Mi socio oficial y yo terminamos todas ellas el segundo semestre de 2015 y nos graduamos el 14 de noviembre.
Asistí a la conferencia en el Templo de Salomón con la expectativa de entender el concepto del tema “Disciplina”, porque siempre tenemos un poco de resistencia de aplicarla en nuestras vidas. Y más importante que entender, es aprender cómo practicarla en nuestra vida cotidiana. El evento superó todas mis expectativas.
Aprendí que en donde se añade disciplina se obtiene un éxito exponencial. Aunque en un primer momento no sea agradable aplicarla y, en algunos casos, se ocasione cierta postergación, aun así, debemos enfrentarla junto con las tristezas y las dificultades iniciales de la renuncia. No mirar los sacrificios del comienzo y, mucho menos, a los sentimientos, sino tener como objetivo la cosecha que la práctica de la disciplina trae; y, mencionando a los sentimientos, vi que es necesario ignorarlos y utilizar esto a nuestro favor.
Con certeza, lo que más me marcó esa noche del sábado 2 de enero fue el concepto que la “Disciplina es hacer consistentemente lo que no quiere, para obtener lo que quiere. Son pocos los que están dispuestos a hacer lo que se debe hacer independientemente del querer, y es exactamente eso lo que nos da la oportunidad de destacarnos entre los demás. Basta que hagamos lo que pocos hacen para que obtengamos lo que muchos quieren. Pretendo aplicar estas enseñanzas incluso en mi carrera profesional, en la toma de decisiones de la empresa. De esta manera, me dedico a estar por encima del promedio de mis competidores, porque, disciplinado, haré lo que ellos no hacen. Fue bien claro y más real para nosotros: el éxito es el destino de los disciplinados.”
Participe ahora
Hoy en día el respeto es fundamental para que haya una buena relación interpersonal. Si usted es un hombre y quiere cambiar sus actitudes, el momento es ahora. Participe del Proyecto Intellimen, y aprenda cómo ser un hombre mejor. Para obtener más información del grupo haga clic aquí.
HA COMENZADO EL INTELLIMEN 2.0
He aquí, comienza una segunda e importantísima etapa del proyecto, y la misma ya comienza con un desafío muy importante:
Identificar y vencer la resistencia que le impide hacer lo que usted tiene que hacer, en tres partes. Sepa cuales son en: http://bit.ly/1nFUdQk
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