Día tras día enfrentamos dificultades en todas las áreas de nuestra vida, sin embargo, en la economía surgen verdaderos desafíos que nos llevan a plantearnos cómo encararlos para vencerlos. A través de prueba y error llega el desgano y uno desiste de luchar para vencer ese desafío. Pero mientras más procrastinemos la resolución de ese problema peor nos sentiremos porque sabremos que ese desafío está ahí esperando una actitud de nuestra parte.
La sensación de sentirse incapaz de hacer aquello que esperamos, y esperan de nosotros, nos invade y nos sentimos sobrecargados, presionados, llenos de exigencias. En ese momento es crucial pedirle sabiduría a Dios, esa actitud representa colocar a Dios al frente para que nos guíe.
Piense en cuál ha sido su mayor desafío y recuerde todo lo que ya hizo para superarlo, que no dio resultado. Reconozca que necesita de la ayuda de Dios y pídale que le muestre lo que debe hacer usted y lo que debe dejar en Sus manos. Usted sabrá que Él le respondió cuando tenga certeza de lo que debe hacer. Experiméntelo y no se arrepentirá.
Si usted desea aprender a tener actitudes que lo llevarán al éxito económico no se pierda el Congreso para el Progreso todos los lunes a las 16 y 20 h en Av. Corrientes 4070, Almagro.
Julio: “Mi economía era bastante precaria, este es el cuarto lunes que vengo al Congreso para el Progreso, el primer lunes se me abrieron las puertas, un inversor que se encuentra en el exterior me contactó para que le administre sus bienes en el país. El segundo lunes me pude comprar un equipo para hacer análisis clínicos no invasivos para ver cómo está el organismo de la persona. Soy técnico radiólogo y técnico en laboratorio, tengo mi gabinete en una excelente ubicación. Puedo afirmar que las puertas se abrieron para mí”.
Oscar: “Mi economía estaba quebrada, pero al comenzar a participar del Congreso para el Progreso fui prosperando, tengo una fábrica de muebles que estaba endeudada. Perseverando los lunes logré cancelar todas las deudas impagables que ascendían a un monto total de $400.000, era imposible pagarlas. Hoy en día mi empresa está prosperada, crece cada vez más. Hace bastante tiempo que estoy participando del Congreso para el Progreso porque siempre aparecen trabas y uno necesita saber cómo salir adelante”.
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