Karen, Santiago e Inés: “Yo pedí por la salud de mi hijo Santiago. En abril del año pasado él salió de trabajar y tuvo un grave accidente en la moto. Cuando llegué al hospital, lo encontré en coma, los médicos me dijeron que solo le quedaban dos horas de vida.
La foto muestra como estaba. Estuvo 14 días en terapia intensiva, un día entré a la habitación y los médicos me dieron la noticia de que había tenido un derrame cerebral y tenía un neumotórax hipertensivo. Los doctores me confirmaron que él no iba a poder superar ese cuadro.
Me pidieron que les avise a los demás familiares que no iba a pasar de esa noche. Yo miré al médico y le dije ‘Yo tengo un Dios grande, él se va a levantar, porque ni yo ni mi Dios vamos a permitir que mi hijo se muera’. A lo noche volví a entrar y mi hijo olía a podrido, todo el mundo me decía que iba a morir.
Yo venía a la reunión de los Casos Imposibles, sabía que lo imposible iba a suceder.
Perseveré los sábados y determiné que mi hijo tenía que despertar y salir de terapia. Cuando volví al hospital por la tarde él se había despertado. Me dijeron que estaba evolucionando bien porque había muchos virus. Ese mismo sábado lo trasladaron a una sala común. Mi hijo estuvo nada más que 25 días internado, mientras, yo perseveraba con fe en la reunión de los Casos Imposibles y hoy él está acá. Se casó hace un año y está esperando su segundo hijo con su esposa. Él es la prueba del milagro”.
Participe de la reunión de los Casos Imposibles. Sábado a las 7, 9, 15 y 20 h en Av. Corrientes 4070, Almagro.
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