Un estudio reciente demostró que una inflamación cerebral, en personas de 50 años o más, puede estar relacionada con los disturbios del sueño, los cuales, a su vez, pueden ser las primeras señales de alerta de Alzheimer. El daño en el cerebro afectaría una etapa del sueño importante para el desarrollo de la memoria a largo plazo.
Entienda más sobre este tema:
El Alzheimer es la enfermedad neurodegenerativa más común entre los adultos mayores. De acuerdo con la OMS (Organización Mundial de la Salud), 55 millones de personas alrededor del mundo presentan un cuadro de demencia, de las cuales casi el 70 % tiene Alzheimer.
La pérdida de memoria, sea reciente o remota, es el síntoma principal. Sin embargo, a medida que la enfermedad avanza, la persona puede manifestar irritabilidad, dificultad en el habla, dificultad para orientarse en tiempo y espacio, entre otras.
La investigación reveló que, con la edad, la activación crónica de las células inmunes del cerebro, responsables por la inflamación, aumenta la producción de proteínas beta-amiloides y tau, ambas indicadoras de la presencia de Alzheimer.
¿Qué necesita saber?
Aunque la edad sea el mayor factor de riesgo para el desarrollo de esta enfermedad en personas mayores de 65 años, según la Asociación de Alzheimer, la OMS afirma que «no es una consecuencia inevitable del envejecimiento biológico».
Con el envejecimiento de la población, se estima que la demencia afecte a 78 millones de personas dentro de ocho años y a 139 millones antes del 2050. No obstante, hay factores de riesgo para el Alzheimer que pueden ser administrados, como los que están relacionados con la salud del corazón y de los vasos sanguíneos que irrigan el cerebro.
¿Qué puede hacer?
Hay diferentes maneras de prevenir esta enfermedad. Por ejemplo, practicar actividades cognitivas constantemente, estudiar asuntos de interés personal y profesional, mantener el hábito de leer, entre otras. También se debe cuidar la alimentación y controlar los factores de riesgo, como la presión alta, el colesterol alto, la diabetes, entre otros. Además, hacerse un control médico con regularidad es indispensable, así como practicar actividades físicas.
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