Hace algunos años, un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Wisconsin-Madison, en Estados Unidos, revelaron que la voz materna en el teléfono – en una situación de estrés – puede ser tan reconfortante como un abrazo.
Para llegar a esa conclusión. Los científicos dividieron a 60 niñas entre 7 y 12 años de edad, en 3 grupos. En primer lugar, todas tuvieron que hablar y resolver problemas aritméticos en público de forma inesperada, lo que hizo que aceleraran su ritmo cardíaco y elevaran sus niveles de cortisol. Poco después del estrés, el primer grupo recibió una llamada telefónica materna; el segundo recibió un abrazo, y el tercero vio una película infantil, considerada “emocionalmente neutra”.
Los científicos monitorearon las respuestas hormonales de cada grupo y concluyeron que los dos primeros gestos proporcionaron el mismo nivel de confort, medido por los niveles del “relajante natural” llamado oxitocina. Por otro parte, en el tercer grupo, no hubo aumento en el nivel de esa hormona.
“Esos resultados dejan en claro que la voz de una madre puede tener el mismo efecto de un abrazo, aunque ellas no estén físicamente presentes”, afirmó la coordinadora del estudio, Leslie Seltzer.
Voz Divina
Si escuchar la voz materna tiene un efecto como este, ¿se imagina la de Dios, nuestro Padre? Su Voz Divina es reconfortante y capaz de guiarnos en nuestras decisiones. El salmista David Lo elogió diciendo: “¡Cuán dulces son a mi paladar Tus Palabras! Más que la miel a mi boca.” (Salmos 119:103)
Las palabras dichas por Dios calman el corazón afligido y fortalecen la fe.
Pero, no todos logran oírlo. La voz humana se escucha con los oídos físicos. La Voz de Dios es audible para los oídos espirituales. Porque Dios es Espíritu y Su Voz es espiritual (lea Juan 5:24). “Para escucharla es necesario estar en Espíritu”, explica el obispo Edir Macedo en su blog personal.
Si usted está conectado a Dios logrará tener la sensibilidad para oír Sus orientaciones. Él siempre estará dispuesto a responderle, es solo una cuestión de actitud: “Clama a Mí, y Yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.” (Jeremías 33:3)
Si usted quiere fortalecer su comunión con Dios, participe, este domingo a las 7 y 9:30h, de una reunión en la Universal. Haga clic aquí para encontrar la dirección de la Iglesia más cercana a su domicilio.
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