“Me sentía mal, angustiada, pero no sabía que tenía depresión. No podía dormir, lloraba mucho, me encerraba mucho, no salía, sentía que en mi casa me sentía más segura, y no sabía por qué.
Después vino el ataque de pánico y ahí se agravó todo. Me privé de un montón de cosas, de llevar a mis hijos a una plaza o al cine porque sentía que me ahogaba en esos lugares. Llegué a una anorexia y ahí busqué ayuda terapéutica, en psicólogos. Más o menos sobrellevaba la angustia que tenía, pero igual el vacío que sentía dentro de mí no desaparecía. Quería morirme, hice todo para que eso pasara, pero mi familia me encontró y me internaron. Después de pasar ese periodo, que fue muy difícil, la angustia vino más fuerte, porque yo dije: ‘no me morí y voy a tener que seguir viviendo así’.
Cuando conocí el Tratamiento, empecé a seguir las indicaciones, vencí la depresión, los pensamientos de muerte, el ataque de pánico. Ahora tengo una vida tranquila, en paz y soy feliz.
Toda persona depresiva, a veces ni siquiera se da cuenta que lo está, o piensa que la familia, si se entera de lo que le está sucediendo, la va a mirar mal. Cree que es débil y eso hace que se encierre más. Les recomiendo el Tratamiento porque es el único lugar donde yo encontré la salida”.
Participe este viernes a las 12 h en el Templo de la Fe, Av. Corrientes 4070 – Almagro o en la Universal más cercana a usted. Haga clic aquí y vea las direcciones de la iglesia.
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La Iglesia Universal del Reino de Dios aclara que todos los conceptos emitidos en este sitio, como en el periódico y en su programación radial y televisiva, en modo alguno deben ser interpretados en desmedro de la medicina, ni de quienes la practican. NO DEJE DE CONSULTAR A SU MÉDICO.
