“yo los traeré a mi santo monte, y los alegraré en mi casa de oración. Sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos.” Isaías 56.7
El Altar es el Monte de Dios, donde podemos encontrarlo y ofrecerle sacrificios de alabanzas. Allí también oímos su voz, dando dirección a sus escogidos.