Amar es una elección, una decisión libre de presión externa. No puedo amar a alguien si no tengo elección. Amor es poder elegir a cualquier otra persona, pero decidir solo por una; poder hacer lo que quiera, pero elegir hacer lo que le agrada a quien amo.
Dentro de una relación de amor verdadero, no hay control sobre el otro. Nadie que tenga todos los tornillos en su lugar desea que el compañero haga o deje de hacer algo por miedo. Eso no es amor.
Muchas veces hacemos sacrificios y renunciamos a ciertas cosas por la persona amada. Pero esas elecciones deben ser hechas por voluntad propia y por el placer de hacer al otro feliz, no por miedo de perder o sufrir represalia.
Si usted ha sido un compañero controlador, trabaje en sus inseguridades.
Si usted ha sido controlado dentro de una relación, trabaje en su asertividad.
Extraído Blog Obispo Renato Cardoso
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