Si su pensamiento es grande, lo que sea que usted haga se moldeará a su forma de pensar, y será grande
La expansión de su vida económica está en su cabeza. Si su pensamiento es grande, lo que sea que usted haga se moldeará a su forma de pensar, y será grande.
Quizá usted ya tiene su negocio, su trabajo o su empresa, que ya es grande, pero en su interior es pequeño. En ese caso sucederá lo mismo: el exterior se amoldará al interior, haciéndose pequeño. La expansión comienza en la cabeza.
¿Cómo expandir su negocio a través de la fe? “Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas escasa; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas.
Porque te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda; y tu descendencia heredará naciones…”, (Isaías 54:2, 3).
La voluntad de Dios es que usted se expanda, que sea grande, que crezca, que su trabajo se desarrolle.
Sus límites están en su interior, pues usted es el único que puede determinar su expansión o estancamiento. La calidad de vida de una persona se determina a través de la calidad de fe que posee, y esa fe se alimenta de la visión propia y de la visión de la grandeza de Dios.
No basta sólo con ser un visionario, también debe tener visión de la grandeza de Dios.
No se preocupe con cosas pequeñas porque Dios quiere ponerlo al frente de grandes proyectos, empresas e ideas.
Amplíe su visión, no le ponga límites al Espíritu Santo, déjelo trabajar, para que seamos administradores de las riquezas de las naciones (Isaías 54).
Participe este lunes a las 20 y reciba más consejos para conquistar las grandezas de Dios. Lo esperamos en Av. Corrientes 4070.