En Blyth, una ciudad de Inglaterra, una abuela se resbaló y cayó mientras se bañaba.
Lastimada por la caída, la señora decidió llamar a la hija para pedirle ayuda. Ella marcó mal el número y la llamada llegó a la secretaria de Dang Vuong, un gerente de ventas de automóviles de 34 años.
Al saber lo ocurrido, Vuong fue inmediatamente para ayudarla, incluso sin conocer a la señora que llamó – la señora vive a 5 kilómetros del lugar donde él trabaja.
“Ella estaba muy asustada. Tenía sangre en el rostro y la ducha ya estaba derramando agua. Yo le dije quien era y, en seguida, la puse en el sofá y la cubrí con un cobertor. Me quedé esperando hasta que los familiares lleguen”, contó el gerente en una entrevista en el diario virtual británico Metro.
Haciendo el bien
La Biblia es el conjunto de consejos que Dios preparó para enseñarle a la humanidad un comportamiento ideal, de fe y de espiritualidad. Y en ella encontramos el siguiente consejo sobre cómo debemos proceder con las personas, independientemente de la relación que tenemos con ellas:
“Si en verdad cumplís la ley real, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis” (Santiago 2:8)
En una sociedad en la que las personas compiten por recursos y solo se valoran las ganancias sin importar a qué precio se conquisten, ese consejo parece que es imposible de practicar.
En los días de hoy, encontramos noticias de ancianos, por ejemplo, que son maltratados en los transportes públicos, donde los más jóvenes les faltan el respeto, los agreden e incluso matan. Sin embargo, la actitud de compasión del gerente de ventas que socorrió a la abuela lastimada es lo opuesto a eso, y esto prueba que se puede hacer la diferencia.
Busque la paz de Dios para su vida
Busque aprender lo que el Altísimo desea enseñarnos. Participe en un encuentro en una Universal más cercana a su casa. Vea la dirección ingresando aquí.
[related-content]