Los vicios de Sebastián llevaron a la depresión a su madre, Marcelina: “Estaba deprimida, él me dio muchos dolores de cabeza. Llegó a pedirme que lo ayudara a sacar plata de la cuenta de ahorros de su papá para comprar drogas. Estaba realmente perdido en el vicio.
Sebastián tenía una adicción que estaba destruyendo su vida: “Conozco todo tipo de drogas: paco, pastillas, poxiran, marihuana, pero lo que más consumía era cocaína. A los 12 años empecé a fumar cigarrillo y a los 13 consumí cocaína, empecé por curiosidad, me llamó la atención que mi grupo de amigos consumiera. Al principio no pasó nada, pero después se volvió un hábito y hasta que me volví drogadependendiente. Viví así muchos años, las drogas me llevaron a pasar por momentos difíciles. A medida que buscaba una mejor calidad de droga me iba metiendo más en ese mundo, no importaba el lugar, yo iba para conseguirla. Así conocí gente muy pesada en ese ambiente. Sufrí varias sobredosis, llegué a estar una semana sin dormir. Yo tenía un trabajo, era responsable, pero dormía 4 o 5 horas por semana porque vivía drogado. Desayunaba un pase de cocaína, mi vida era así.
Un día que no había consumido fui a visitar a mi papá y él me dijo que se me veía mal. En ese momento tomé conciencia de que consumía de lunes a lunes y como no había tomado él me vio raro. Todo el mundo estaba acostumbrado a verme drogado, era parte de mi vida. Drogarme era como fumar un cigarrillo, siempre llevaba droga en mi bolsillo. Estaba tranquilo mientras estuviera drogado.
Después me involucré en bandas delictivas, me volví barrabrava, nos enfrentábamos con la Policía, vi todo tipo de cosas. Estaba tan mal que empecé a sufrir trastornos, escuchaba que me llamaban y no había nadie, veía cosas. Fue un infierno porque consumí durante doce años”.
Su madre estaba desesperada, quería ayudar a su hijo, pero no sabía cómo: “Cuando me enteré que mi hijo se drogaba me sentí la peor madre, la peor basura. Estaba desesperada por mi hijo y empecé a luchar por él.”
El Tratamiento Definitivo de la Cura de los Vicios funcionó en la vida de Sebastián y le dio una segunda oportunidad de vida. “Mi mamá luchó por mí, el vicio había afectado a toda mi familia, incluso a mi hija. Eso me marcó porque desperdicié muchos años de mi vida. Dios reconstruyó toda mi vida, todo fue posible gracias al sacrificio de mi madre”.
Participe usted también de la reunión de la Cura de los Vicios y compruebe en su vida o en la de un ser querido que existe una salida para este mal. Lo esperamos este domingo a las 15 h en Av. Corrientes 4070, Almagro.
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