Entendé más sobre este y otros temas durante las conferencias de “Prosperidad con Dios”.
Probablemente ya habrás pasado por un momento difícil en la vida, cuando esperabas una solución y ocurrió otra cosa, al mismo tiempo que parecía que no había otra salida para aquel problema. Esos momentos son los más amargos de la vida, en los que la fe es probada. Por ese motivo es tan importante que aprendamos a confiar en Dios y a depender de Él sin murmurar, especialmente en esas situaciones.
Como ejemplo podemos ver lo que le sucedió al pueblo de Israel (Éxodo 15) que, después de 430 años como esclavo, al salir de Egipto, fue perseguido por el ejército del faraón arrepentido. Bajo el liderazgo de Moisés, después de lograr atravesar el mar rojo, enfrentaron la falta de agua y caminaron tres días hasta llegar a Mara. Sin embargo, las aguas de aquel lugar eran amargas y no pudieron beber allí.
Hay personas a las que le falta dinero, recursos, algo que su hijo le está pidiendo, condición para las cosas básicas (…) ¿Usted ya sabe lo que es estar en la fe, esperar que algo salga bien y que salga mal? ¿Pensar que se solucionará algo y que se retrase? No nos gusta pasar por los momentos amargos de la vida, pero todos los héroes de la fe y las personas de la fe los pasaron.»
Mirá lo que sucedió después y reflexioná:
«Y murmuró el pueblo contra Moisés, diciendo: ¿Qué beberemos? Entonces él clamó al Señor, y el Señor le mostró un árbol; y él lo echó en las aguas, y las aguas se volvieron dulces. Y Dios les dio allí un estatuto y una ordenanza, y allí los puso a prueba.» Éxodo 15:24-25
Aprendé a no murmurar, a confiar en Dios en los momentos amargos de la vida. El pueblo había salido de Egipto. Moisés Le dijo a Dios: “Si Tu presencia no va con nosotros, no nos hagas partir de aquí”.
«Si escuchas atentamente la voz del Señor tu Dios, y haces lo que es recto ante Sus ojos, y escuchas Sus mandamientos, y guardas todos Sus estatutos, no te enviaré ninguna de las enfermedades que envié sobre los egipcios; porque Yo, el Señor, soy tu sanador. Llegaron a Elim, donde había doce fuentes de agua y setenta palmeras, y acamparon allí junto a las aguas.» Éxodo 15:26-27
Dios podría facilitarte MUCHAS COSAS. No las facilita porque mientras estás enfrentando luchas, estás convirtiéndote en una persona fuerte. Aquel era un momento de paso, ellos tenían oro, pero no tenían agua. Entonces, van a haber momentos en los que vas a tener problemas que resolver que el dinero no resuelve, que el mejor médico no resuelve, que el mejor abogado no resuelve, que tus recursos no resuelven. Y vas a tener que depender de Dios (…) Si obedeces a Dios, si tienes una alianza con Él, aquello que está faltando hoy, sobrará mañana.
Aprendé más:
No te pierdas la conferencia “Prosperidad con Dios”, que se realiza los lunes, en el Templo de los Milagros y en la Universal más cercana a tu domicilio a las 8, 10, 12, 16 y 20 h.