Para muchas personas, uno de los momentos más difíciles del matrimonio es la hora de ceder. Existen los que prefieren ponerle fin a la relación a tener que someterse a la voluntad del compañero(a). Pero, crea, para que la unión funcione es importante que ambos sean conscientes de que, cuando sea necesario, tendrán que resignar a sus deseos, a sus intereses, pues la relación matrimonial exige renuncia.
Cristiane Cardoso, autora del libro “Mujer V”, cuenta que en el comienzo de su vida conyugal todo giraba en torno a sus necesidades, lo que provocó conflictos. “Yo me quedaba en casa la mayor parte de la semana y, cuando él estaba en casa, quería descansar mientras que yo quería pasear. Me sentía enjaulada dentro de mi propia casa. Sin embargo, mi marido, veía nuestra casa como un hogar confortable donde podía distenderse. Él pensaba la mayor parte de la semana en la iglesia y, por ese motivo, la casa era sinónimo de descanso para él. Pero yo no lo dejaba descansar. Yo era capaz de perturbarlo todo el día si fuera necesario; si no era con palabras, era con actitudes”, cuenta.
La escritora afirma que mientras se concentraba en su necesidad de ser estimada por su marido, no se daba cuenta de las necesidades que tenía él. “Y lo peor: ¡lo criticaba por eso! No es casualidad que hayamos enfrentado tantos problemas los primeros años de nuestro matrimonio. Solo éramos un matrimonio feliz cuando las cosas se hacían a mi manera”, recuerda.
Cristiane Cardoso cuenta que después de pasar años orando y usando todos los métodos de manipulación posibles, decidió cambiar. “Dejé de exigirle que me complaciera y comencé a suplir sus necesidades. No voy a mentir y decir que ese cambio fue fácil, pero fue absolutamente ejecutable. Lo hice y no pasó mucho tiempo para que mi marido comenzara a hacer las cosas que antes tenía que implorarle que hiciera, ¡esta vez, no necesité decir ni una sola palabra!”
“Yo cambié, entonces, él cambió. Este siempre será el orden de las cosas, sea en el matrimonio o en la familia: usted cambia primero”, enfatiza la escritora.
Consejos de Cristiane Cardoso
• Póngase en el lugar de la otra persona y usted sabrá exactamente lo que ella o él quiere de usted.
• No tarde en hacer por los demás lo que usted, fácilmente, puede hacer hoy.
• Si lo que usted dirá no es necesario o herirá el corazón de alguien o debilitará su fe, entonces no lo diga.
• Si usted tiene algo que no necesita y conoce a alguien que realmente lo está necesitando, entonces déselo.
• Usted no necesita tener siempre una palabra que decir, sin embargo, siempre debe tener oídos para escuchar.
• Haga lo que la persona desea de usted, no lo que usted siente ganas de hacer por ella.
[fotos foto=”Thinkstock”]
[related_posts limit=”4″]