El pueblo asentado en tinieblas vio gran luz; Y a los asentados en región de sombra de muerte, Luz les resplandeció.”, (Mateo 4:16).
El pueblo asentado en las tinieblas son las personas que han vivido en la más completa ceguera espiritual. No son las carentes de religiones o de filosofías, sino las que carecen de la fe inteligente que libera, independientemente de que lo merezcan o no. El acceso a esta se da con el conocimiento de la Verdad de Dios registrada en la Santa Biblia.
La falta de conocimiento de las Sagradas Escrituras deja a las personas sin rumbo, sin luz. Esa es la razón por la que muchas personas se encuentran en la antesala de la muerte, están viviendo en región de sombra de muerte. Es la misma en la que están aquellos que están esperando la muerte porque ya fueron condenadas por la medicina y no tienen más esperanza de vivir. Se suma también al grupo, el que está sofocado por la depresión y ya pensó en terminar con su vida.
Por eso, tanto para los asentados en las tinieblas, como para los que viven en región de sombra de muerte, la medicina eficaz, definitiva y gratuita es solo una: La Palabra que sale de la boca de Dios.
El simple conocimiento de esta hace nacer la fe inteligente que atiende las necesidades de todos los que creen, esa es la fe que viene del Espíritu de Dios en la medida justa y para cada necesidad. Esa es la gran Luz, la que ha irradiado desde el nacimiento del Señor Jesucristo. Él es la Palabra de Dios que se hizo carne.
Por lo tanto, la fe inteligente, no tiene nada que ver con la religión, sino que esta trae respuestas a todos los que creen en la Palabra.
Por eso, la Luz irradia tanto para los que están asentados en las tinieblas, como para los que están asentados en sombra de muerte.
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