Autor: Programador

Renueve su fe y déjese moldear. Permanezca, dé frutos, espere “trabajando”, porque él no llama a personas indolentes

Margarita participó de las reuniones de la Hora del Milagro y Dios la sanó completamente

“¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de ellos!”,(Salmos 139:17)

A mucha gente le gusta levantar la bandera de la propia personalidad, como si ésta fuese inmutable…