Autor: Programador

Cuando descendió Jesús del monte, Le seguía mucha gente. Y he aquí vino un leproso y se postró ante Él, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme.…

Nuestras leyes se basan en este principio básico para la convivencia en sociedad. Por eso, sepa cómo sus actitudes pueden reflejarse en la vida de otras personas

“Ciertamente es bueno Dios para con Israel, para con los limpios de corazón.”, (Salmos 73:1).