Una vez más, ella se va a dormir llorando. Cuando entra a casa apurada y se encierra en su cuarto sin hablar con nadie, su mamá lee el mensaje que quedó grabado en el aire. “Otra vez se peleó con el novio…”. No dice nada, porque “no sirve de nada insistir”.
Ella se saca las zapatillas con los pies y se acuesta con la ropa puesta. Ni siquiera quita el cobertor. Solo deja correr las lágrimas por su cara, marcada de las agresiones que recibió. No es la primera vez que sucede, entonces se pregunta: “- ¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuándo?” y recuerda la canción que pregunta: “-¿Por siempre será así?”.
Siempre así
Para muchos, todos los días son así. Este es sólo un ejemplo de cómo las personas auto-sabotean sus vidas. Inconscientemente repiten actitudes perjudiciales, acarreando diferentes daños.
El psicólogo Alexandre Rivero, maestro en Psicología Escolar y especialista en Psicología Clínica, explica que el auto-sabotaje está relacionado con lo que sucede desde la infancia: “Desde pequeños creamos mecanismos de defensa, de protección. Lo que sucede es que, algunas veces, esos recursos crean ciertos impedimentos”.
Entre los impedimentos creados, muy presentes en lo cotidiano, está aquel momento cuando la vida está mal, pero no se actúa para mejorarla.
“La persona vive protestando sobre su ‘mundito’. Está insatisfecha, descontenta con la vida, pero ya conoce la situación. Por más que proteste, cada vez que surge una posibilidad de transformación, se aparta. Eso sucede por miedo a no sobrevivir fuera de la “zona de comodidad”. Quiere una vida diferente, pero el cambio exige que la persona examine su vida y acepte desafíos, por eso los evita”, explica el Lic. Rivero.
Érika Leite fue a contra mano del auto – sabotaje, y después de muchos trastornos, logró cambiar su vida. Desde niña sufrió, el problema del alcohol y la violencia dentro de su familia, lo que la convirtió en una persona sin límites.
“Yo no respetaba a nadie, pisaba a las personas. A raíz de la educación que recibí, guardaba mucha rabia dentro de mi corazón.”
Érika fue golpeada por su padre desde los 4 hasta los 25 años, desarrollando una personalidad fuerte e irresponsable. Gracias a su forma de ser, muy ruda, apartó a muchas personas de su lado. Llevó una vida solitaria debido su hostil comportamiento. Aunque supiera – de alguna manera – que todos necesitan afecto para sobrevivir, no tenía consciencia de que hielo que rodeaba su corazón podría romperse, evitando así, que se siguiera lastimando.
La angustia cargada durante toda su vida, hizo que Érika saboteara su vida profesional y personal, perdiendo oportunidades en todos los campos de su vida, como ascensos en empresas y salidas en familia.
El cambio en la vida de Érika llegó por medio de la fe, que, como el Lic. Rivero explica, es una herramienta muy importante en el cambio de vida: “Es muy importante desarrollar la autoconfianza. Cuando la persona confía en Dios, crea una autoconfianza mayor, evitando problemas de auto-sabotaje.”
Érika lo ratifica y reflexiona sobre esa afirmación. Casada, madre y en paz con su familia, agradece a Dios por haberle dado el consuelo, el cariño y la esperanza que le faltó en su infancia. “Dios cura, renueva, la persona renace. Todo coopera para el bien que quien ama a Dios. Él es el mayor psicólogo que existe”, garantiza.
¿Qué hacer?
Los procesos de auto-sabotaje son varios, desde dietas cortadas hasta aislamiento social. Todo eso repercute en la salud física, mental y espiritual. Una persona que, inconscientemente, encuentra una manera de arruinar todas las cosas positivas que se presentan en su vida, siempre será infeliz.
Invitación
Queremos hablarle más sobre este y otros tema el día 30 de junio a las 14. Esta reunión es exclusiva para mujeres, la señora Lucelaine Araujo estará presente para traer esa palabra que dará una nueva dirección a su vida.
Raíces, entendiendo su pasado para cambiar su futuro.
En Avenida Corrientes 4070, Almagro. Transmisión en vivo para todo el país por videoconferencia.