El pasado sábado 19 a las 17 h se llevó a cabo el tercer encuentro mensual del Godllywood, las expectativas eran muchas en las mujeres que se acercaban al Templo de la Fe para aprender en qué área necesitan mejorar para que este año sea el Año de la Excelencia.
La señora Lucelaine Araujo comenzó la reunión pidiendo que Dios dirija todo para que todas las mujeres presentes puedan oír Su voz para aprender a hacer Su voluntad, para saber lo que deben hacer para llevar Su santo perfume a donde sea que coloquen sus pies.
La autoconfianza fue el tema central del evento, la señora Lucelaine explicó que muchas tienen una fuerte tendencia a las emociones, a la inseguridad y dio una serie de indicios que demuestran que una mujer es insegura y depende de la opinión de los demás. “Si usted cree que es inferior a los demás, si piensa que siempre será así, si se resiste a aceptar las oportunidades que surgen, si da una pésima impresión de usted misma, incluso si no logra entregarse a Dios es porque es insegura. Voy a hablar de una joven cuya historia está en la Biblia, ella se llamaba Hadasa, quien se convertiría en la reina Ester tiempo después. Ella era huérfana, muy joven, pobre, provenía de un pueblo que era discriminado y fue elegida entre las mujeres más bellas para prepararse para conocer al rey.
En el libro de Ester, capítulo 2 dice que ‘Cuando le llegó a Ester, hija de Abihail tío de Mardoqueo, quien la había tomado por hija, el tiempo de venir al rey, ninguna cosa procuró sino lo que dijo Hegai eunuco del rey, guarda de las mujeres; y ganaba Ester el favor de todos los que la veían.’ ¿Por qué ella era tan segura como para no pedir nada a la hora de ir a ver al rey? Ella no tenía el Espíritu Santo y aun así todos la querían, el rey apenas la vio la amo, ella llamó la atención no porque era bella, sino porque era especial. Ella tenía algo diferente porque confiaba en Dios.
Lo que en un momento parecían ser solo problemas y dificultades, en realidad eran oportunidades para que ella cambiara y accediera a un futuro diferente. Por eso, no tenga miedo de la adversidad porque las dificultades son las mejores oportunidades.
Sin embargo, antes de tomar una decisión hay que ver cuál es la voluntad de Dios, preguntarle a Él cuál es Su voluntad, si es de Su voluntad que yo esté con tal persona, que yo tome determinado trabajo o que vaya a un lugar en particular. Obrando así una no es débil, sino fuerte”.
Luego la señora Lucelaine invitó a las mujeres que reconocieron que hasta ese momento habían sido débiles por sus emociones a buscar al Espíritu Santo para convertirse en mujeres fuertes. Después de orar a Dios las presentes fueron transformadas en mujeres seguras que con certeza van a lograr mucho más de lo que se propongan.
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