Cuando queremos abrir un negocio, buscamos referencias de alguien que ya lo ha hecho. De alguna manera todos vivimos de referencias.
Las primeras referencias que tenemos son nuestros padres. Muchas personas no tuvieron al menos a uno de ellos.
En la actualidad la mujer no es mujer si está en su casa y no tiene una carrera, pero aún así ella debe ocuparse de todo, hijos casa, y siempre está atareada.
En teoría, no existe la felicidad en un matrimonio. No existe la familia feliz.
No hay diálogo, no se dialoga.
Usted únicamente vale por lo que tiene.
Usted vale por su carrera. Usted sirve solo si es bonita.
Usted solo tienen valor cuando tiene…
Nadie la entiende…
No confíe en nadie…
Esta lista es más larga aún. Es por eso que necesitamos alinear bien nuestras referencias.
Si nuestros padres no fueron buenas referencias, podemos escoger otras.
Si nuestra familia no nos sirvió de referencia, cambiemos nuestra referencia de familia. Lo mismo se puede decir con respecto a hombres, casamiento y hasta con Dios…
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