Datos de 2011 del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) revelan que 5 mil niños viven en las calles de Mozambique. Están expuestos al frío, al hambre, a la violencia física y sexual, y a entrar a la delincuencia.
No se puede ignorar esa situación, por ese motivo, voluntarios de la Educación Bíblica Infantojuvenil (EBI) de la Universal de Maputo, capital de Mozambique, llevaron donaciones y fe a una parte de esos pequeños. Más de 50 de ellos recibieron 390 mantas y fueron alimentados con sopas, panes, frutas y jugos. Además del sustento físico, los niños también disfrutaron momentos de diversión, participando de presentaciones de canto, danza y teatro.
“Todas las veces que podamos expresarles cariño y atención, y las autoridades municipales nos lo permitan, estaremos listos para ayudar; que haya niños y adolescentes en las calles significa sufrimiento, delincuencia, desunión familiar, es decir, una sociedad débil en todos los contextos sociales. Por eso, nos unimos a ellos y jugamos, con el fin de que muestren sus talentos y, sobre todo, dejarles el recado de que no están solos y que siempre que se sientan solitos, pueden recurrir a cualquier Universal, donde encontrarán la ayuda y el cariño de las educadoras de la EBI”, comentó la educadora Vera Dias.
La directora municipal de Salud y Acción Social de Maputo, Cilda Cossa, envió al representante Boavida Chambal, para seguir de cerca la dedicación de las voluntarias. Chambal , elogió la iniciativa: “Este tipo de proyecto es bienvenido, porque despierta lo que les gustaría tener, diariamente, con la comunidad.”
La EBI, además de educar a los niños según las enseñanzas bíblicas, mientras los padres participan de las reuniones de la Universal, también da el ejemplo de cómo hacerle bien al prójimo, con pequeños gestos de amor y respeto.
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