Todos tenemos derechos constituidos. Podemos ir y venir sin que seamos molestados. Tenemos derecho a la salud, escuela, seguridad e igualdad. Pero, a pesar de estar garantizados por la ley, no todos han disfrutado de esos beneficios.
Pero, para los que son fieles a Dios, todas las leyes divinas funcionan. Los diezmistas tienen derechos y es justo que Dios los bendiga, pues fue eso lo que Él prometió en Su Palabra: “… y probadme ahora en esto, dice el Señor de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.” Malaquías 3:10
Cuando una persona se vuelve diezmista, considera a Dios como el Señor de todas las cosas. El propio Señor Jesús fue el diezmo de Dios para la humanidad. Él entregó a su Hijo para salvar a todos que Lo necesitaran.
¿Usted es siervo? ¿Practica la Palabra de Dios?
Esas fueron las preguntas que el obispo Edir Macedo le hizo a los oyentes e internautas de la emisora radial Red Aleluya y de IURD TV, el pasado miércoles 31 de julio. Durante la transmisión, el obispo explicó que quien cree es beneficiado por las leyes de Dios.
“El diezmista no puede vivir pasando dificultades. Dios es justo, Él no permite que sus hijos sean castigados por el mal. Nosotros, de la Universal, creemos en la Palabra de Dios, y por eso la practicamos, y por ese motivo tenemos el derecho de escoger los frutos de nuestra obediencia a Su Palabra”, dijo el obispo.
Uno de los mayores ejemplos de fidelidad a Dios puede verse en el libro de Isaías, en el capítulo 42, versículo 1, cuando Dios afirma: “He aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quien mi alma tiene contentamiento; he puesto sobre él mi Espíritu; él traerá justicia a las naciones.”
El siervo divulga la justicia de Dios y es reconocido por su trabajo. Pero para que las obras del Espíritu Santo sean reconocidas porque aquellas que aun No lo sirven, es necesario que sean devueltos los diezmos y que las ofrendas sean depositadas en el altar, pues solamente así es que el Evangelio podrá llevarse a todas las partes de la Tierra, por medio de los siervos de Dios.
“Usted está contribuyendo para que el Reino de Dios sea divulgado, y es para eso que Dios instituyó los diezmos y las ofrendas, para sustentar el Reino de Dios en este mundo”, explicó el obispo Macedo.
Esa es la razón por la que Dios nos invita a hacer una prueba con Él en los diezmos y en las ofrendas, ya que es Él quien bendice a aquellos que creen y practican Su Palabra.