La dopamina está detrás de muchas conductas adictivas. Aprendé a evitar las trampas de este neurotransmisor
¿Ya te preguntaste por qué no podés evitar pasar horas en las redes sociales o involucrado en los juegos online? La respuesta está directamente relacionada con la dopamina, un neurotransmisor producido por el cerebro que está relacionado con las sensaciones de placer, motivación, aprendizaje y recompensa. Cuanto más buscamos la liberación de dopamina, más queremos sentir el placer que produce.
Papel importante
Clariana Nascimento, neuróloga del Hospital de Clínicas de la Universidad Federal de Bahía, explica que el sistema dopaminérgico desempeña papeles importantes en la modulación del sistema nervioso y agrega: «Movimiento y control motor, atención y memoria, motivación, excitación, refuerzo, recompensa, regulación del sueño, afecto, alimentación, hormona olfativa e influencia sobre el sistema inmunológico, cardiovascular, renal y gastrointestinal».
Placer fugaz y vicio
Cuando realizamos una determinada acción para luego obtener algo, el sistema de recompensa y placer se activa y libera dopamina. «A lo largo de nuestra vida, el cerebro busca acciones de recompensa para que este sistema se active. Por ejemplo, se cree que, en el caso del uso excesivo de las redes sociales, los estímulos activan excesivamente este sistema de recompensa, causando un aumento rápido y transitorio de la dopamina, lo que genera un placer fugaz».
El problema es que, para repetir este placer a cualquier precio, muchos adoptan conductas adictivas. «En general, los niños y adolescentes tienden a ser más vulnerables a este tipo de adicción a las redes sociales, ya que aún están desarrollando su sistema nervioso», explica. La búsqueda de sensaciones placenteras y la adicción resultante pueden extenderse a otras actividades, como los juegos y las compras.
Todo acelerado
Clariana estima que el estilo de vida contemporáneo también les ofrece a las personas un acceso rápido al placer, lo que también puede generar vicios. «Es parte de nuestra cultura que las cosas sucedan rápido, en el menor tiempo posible. Esto incluye todo, desde pedir una comida por una aplicación hasta conversar con amigos a través de una pantalla, que toma menos tiempo».
Frustración
Cuando la señalización dopaminérgica no funciona correctamente, pueden surgir disturbios y frustración. La médica explica cómo sucede esto usando el ejemplo de la adicción a las redes sociales: «Las redes sociales le generan una sensación de valor al ser humano. Cada foto o video publicado conlleva la necesidad de aprobación por parte de los demás. Los “me gusta” que recibe la foto alimentan el sistema de recompensa. Y ahí es donde surge el problema, cuando condicionamos nuestra sensación de placer en función de las acciones de los demás dirigidas a nosotros. En este escenario, surgen la comparación personal, la insuficiencia, el malestar e incluso la ansiedad y la depresión».
Diferentes estímulos
Hay formas más saludables de conseguir las buenas sensaciones que genera la dopamina, como la dedicación al deporte. «Cuando se estimula el sistema de placer y recompensa con hábitos saludables, como hacer ejercicio, se obtienen beneficios de los resultados de este hábito, como una mejor salud cardiovascular», afirma.
Límites
Aconseja que, para evitar el círculo vicioso de buscar la liberación constante de dopamina, la persona debe analizar el impacto en su rutina. «Para evitar caer en el vicio, es importante crear metas claras para controlar el tiempo de uso del celular y la computadora y reemplazar el tiempo en pantallas con ejercicio, meditación, lectura, manualidades, como pintar y dibujar, y consumo de arte, como las visitas a museos”, concluye.