“… pasaron muchos días, veinte años; y toda la casa de Israel lamentaba en pos del Señor. Habló Samuel a toda la casa de Israel, diciendo: Si de todo vuestro corazón os volvéis al Señor, quitad los dioses ajenos y a astarot de entre vosotros, y preparad vuestro corazón al Señor, y sólo a Él servid, y os librará de la mano de los filisteos. Entonces los hijos de Israel quitaron a los baales y a astarot, y sirvieron sólo al Señor”. 1 Samuel 7:2-4
Cuando vemos los casos de personas que eran de la iglesia, que salieron, y que se fueron a servir a los espíritus, nos quedamos pasmados. Pero eso es exactamente lo que ocurría con el pueblo de Israel, en la época del profeta Samuel.
¡Lo curioso de esto es que el pueblo servía a los baales* pero se lamentaba en pós del Señor!
Así han sido muchas personas. Sirven a Mammon, pero se lamentan ante Dios por su sufrimiento. Dios solo se hace responsable de aquellos que Lo sirven.
El que quiere Su atención, primero tiene que atenderlo.
*Yo sirvo a otro Señor cuando priorizo y hago lo que eso o esa persona quiere de mí.