El cáncer es una de las principales causas de muerte a nivel mundial, cada año aproximadamente 62 000 personas mueren por esta enfermedad en la Argentina. El cáncer de huesos es desconocido por muchas personas, pero cada vez es más creciente el número de personas que lo padece en una parte de su cuerpo o diseminado en distintos puntos.
Encontrar y tratar temprano las metástasis en los huesos puede ayudar a prevenir problemas posteriores, por esa razón es importante consultar al médico ante cualquiera de estos síntomas.
• Dolor: el dolor puede ser constante o intermitente, y tiende a empeorar en la noche y aliviarse con el movimiento. Más adelante, se vuelve constante y puede empeorar con la actividad.
• Fracturas: la fractura puede ocurrir con una caída o lesión, aunque un hueso débil también se puede fracturar durante las actividades diarias. Estas fracturas a menudo causan dolor severo y repentino. El dolor puede limitar la movilidad.
• Compresión de la médula espinal: es muy grave. La médula espinal tiene nervios que controlan otras funciones, como el control de la vejiga y los intestinos.
• Niveles altos de calcio en la sangre: ocasiona problemas como estreñimiento, náuseas, pérdida de apetito y sed extrema. Los altos niveles de calcio también causan que usted orine mucho, lo que provoca deshidratación, cansancio y debilidad.
“Tuve cáncer de huesos, estuve a punto de morir”
Beatriz Herrera sufrió durante cinco años debido a las enfermedades, su estado era tan delicado que el médico le dijo a su esposo que la llevara a su casa, que ya no podían hacer nada por ella. El cáncer de huesos la había tomado por entero.
“Me enfermé con neumonía, mi marido me llevó al médico y comencé el tratamiento. El médico le dijo que era un riesgo que saliera porque tenía una mancha en un pulmón, después los dolores eran muy fuertes no solo en la espalda, sino en los huesos. Me dieron medicación más fuerte y diagnosticaron que se había diseminado por todo el cuerpo una infección muy grande.
Como yo seguía buscando ayuda en la casa de los espíritus y no había respuesta, intenté quitarme la vida en cinco oportunidades. La medicación era cada vez más fuerte y yo iba debilitándome al punto que quedé postrada. Recuerdo que necesitaba la ayuda de mi esposo o de algún familiar para higienizarme, para comer, para todo. Esto creó un problema en el matrimonio, una frialdad total porque yo era un objeto, ya no era la esposa de mi marido, era una carga, así me sentía yo en ese momento.
Escuchando la radio escuché que se podía parar de sufrir y al otro día me llevaron dos personas porque no tenía tiempo para perder. Era un día martes, la cadena de sanidad, me orientaron, comencé a perseverar y al poco tiempo vi un resultado. Hoy estoy sanada completamente, los médicos lo comprobaron con los estudios”, afirma sonriendo.
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