Muchas veces, solo una situación límite provoca una reacción
En este mundo nos encontramos con algunas personas indignadas y otras cansadas de la situación que están viviendo. La diferencia es que cuando una persona está indignada, toma una actitud en contra de los problemas. Pero cuando está cansada, va al extremo. El cansancio, en este caso, significa que el individuo ya ha alcanzado su límite y reconoce que ya no puede más inclinarse ante los problemas, y por eso va al extremo, para decidir su vida.
Tal vez usted esté viviendo una situación difícil y ya se ha rebelado contra la misma, pero todavía no se ha cansado. Entonces, esta indignación, durante el período de dolor, se ha convertido en una emoción en su corazón y usted llegó al punto de decir que ya no aguantaba más. Pero cuando “bajó el polvo”, volvió a conformarse con las deudas, con su compañía en el “rojo”, con el desempleo, entre otras situaciones que le han arrebatado su paz.
A diferencia de la indignada, la persona que está cansada va al extremo, porque sabe que su vida no puede seguir como está. Luego dice: “¡Basta!”, “O es o no es!” Eso sucede porque ya no aguanta sufrir por más tiempo, y para esta persona, no existen dos alternativas, así que no pierde tiempo.
Moisés, por ejemplo, era un hombre rico, heredero al trono de Faraón, que dejó toda su fortuna después de haberse cansado de ver a su pueblo sufrir. Él mató y enterró a un soldado egipcio, cuando lo vio golpear a un hebreo. Moisés tuvo el valor para tomar esa actitud extrema y después salir sin nada. ¡Pero aquél fue su límite!
Cuando la persona está cansada, llegó al punto límite para que el milagro suceda en su vida. Pero recuerde que para obtener el milagro, es necesario ser osado, ser audaces en la fe, el tipo de fe que le lleva a tomar acciones y decisiones que a menudo parecen una locura a los ojos humanos. Esta es la fe exigida por Dios que trae resultados.
Así que: ¡tenga osadía!¡La fe osada decide su vida y realiza sueños!¿Y usted? ¿Ya está cansado de esta situación?