¿Ya te detuviste a pensar en cómo algunos pequeños establecimientos logran mantenerse cuando, por cualquier motivo, cierran las puertas? Pequeños restaurantes que cierran para el almuerzo, pequeños negocios que cierran para un breve intervalo, abren más tarde y, por eso, terminan perdiendo la preferencia de las personas… Bueno, si nunca pensaste en eso, no te estás perdiendo nada. No es tu caso. ¿O acaso lo es? Si es exactamente así como actúas en relación a tu vida, entonces puedes considerarte lista para declarar la quiebra, pues te falta todo: amor, alegría, paz, etc. Las personas que se cierran en su propio mundo terminan pagando un alto precio. Es muy difícil convivir y trabajar con una persona cerrada. No hay ningún problema en ser seria o en que no te guste conversar mucho. Sin embargo, si eres demasiado seria y nunca tienes tiempo para conversar con las personas de tu alrededor, eso te terminará causando mucha incomodidad, pues ellas simplemente no sabrán cómo lidiar contigo.
Muchos hombres tienen serios problemas con las esposas cerradas. Nunca saben qué es lo que ellas están pensando. Saben solo que sus esposas no están felices y serían capaces de hacer cualquier cosa para cambiar esa situación. Quizás una pésima experiencia haya hecho que te cierres en un intento de preservarte y nunca más pasar por la misma situación. Pero, ¿acaso esta es realmente la manera correcta de evitar experiencias malas? ¿Ya pasó por tu mente que, a causa de tu comportamiento, puedes estar perdiendo amistades y relaciones muy buenas? Protegerte de las personas de tu alrededor no te impedirá tener problemas, sino tener amistades y, quién sabe, hacer la diferencia en la vida de alguien.
Una mujer cerrada es como un punto de interrogación. Nunca sabes cómo está, qué siente, qué está pensando, qué quiere, etc. Es misteriosa y, aunque eso parezca divertido, se termina volviendo irritante con el pasar del tiempo. Hay casos de mujeres que son tan cerradas que, cuando alguien llega a tomar conocimiento de los problemas que están enfrentando, ya es demasiado tarde para ayudarlas. ¿Y por qué? ¡Porque son cerradas! Hay otras que se agarran a rencores y resentimientos durante toda la vida, simplemente porque no son capaces de desahogarse con la persona que las lastimó. ¡Nota que, la mayoría de las veces, las personas ni siquiera se dan cuenta de que la lastimaron!
La mujer de Dios sabe que cuanto más se cierra, más difícil le será descubrir cuál es su lugar, decir las palabras adecuadas y comportarse de manera apropiada. Ella es sabia y, por eso, es abierta – lo que la hace ser diferente a las demás. Ella no le tiene miedo a los que las personas piensan de ella; no esconde lo que es y, casi siempre, comete errores delante de otras personas; a fin de cuentas, es un libro abierto. ¡Y no hay manera de que no nos guste una persona que es como un libro abierto! Nunca va a guardar nada contra ti, pues si no le gusta algo que dijiste, siempre va a decírtelo. Ella no guarda secretos desagradables – ¡es transparente!
Fragmento del libro “Mejor que Comprar Zapatos”, de Cristiane Cardoso | [fotos foto=”Thinkstock”]
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