Científicos de Estados Unidos intentan detectar y combatir la depresión conectando al cerebro humano un aparato electrónico implantado en el cráneo, conforme publicó, recientemente, la revista británica Nature Medicine.
La Universidad de California (UCSF) desarrolló este implante, que es del tamaño de una caja de fósforos, y lo implantó en la cabeza de una “conejilla de Indias humana”, que pidió que la identifiquen solo como Sarah, una californiana de 36 años. El aparato emite un impulso eléctrico cuando identifica que la usuaria lo necesita.
Sarah sufre de depresión profunda hace cinco años. Ella dijo que, hasta el momento de someterse a este tratamiento experimental, “había agotado todas las opciones de tratamiento posibles”. Incluso, mucho de ellos no tuvieron éxito, como los antidepresivos y la terapia electroconvulsiva, en la cual corrientes eléctricas pasan por el cerebro y desencadenan intencionalmente una breve convulsión; generalmente, se usa cuando otros tratamientos no dan resultados. Sin embargo, ni siquiera eso resolvió su problema.
“Mi día a día se volvió muy restringido y me sentía torturada diariamente. Apenas podía moverme o hacer algo. Tenía ganas de matarme. En las profundidades de la depresión, solo veía el lado negativo de todo”, le contó Sarah a la emisora local. Hace un año que ella usa el dispositivo y dice que no siente los impulsos eléctricos, sino sus efectos después de aproximadamente 15 minutos de recibirlos.
Obviamente, el tratamiento es experimental. Ni los científicos de la UCSF ni cualquier otra persona pueden garantizar sus resultados a mediano o largo plazo, ni tampoco si los usuarios desarrollarán dependencia u otros efectos colaterales después de su uso prolongado. Además, tanto la cirugía como el mantenimiento del implante son muy arriesgados, porque, a fin de cuentas, involucra el cerebro. Los científicos desarrolladores afirman que aún se deben realizar muchas pruebas y que es muy temprano para afirmar que el dispositivo puede ayudar a otros pacientes. Sarah dijo que se sometió a este riesgo porque no veía otra solución.
La solución no experimental
Así como Sarah, muchos creen que no hay solución para sus problemas psiquiátricos. Muchos dependientes químicos, por ejemplo, ingieren medicamentos controlados, se internan en clínicas e intentan muchos otros métodos de “cura”, sin embargo, siguen siendo adictos.
Acción en el puente
A fines de septiembre, el grupo Fuerza Joven Universal de Argentina realizó un movimiento contra la depresión en el Puente de la Mujer, en Puerto Madero, Buenos Aires, el cual, lamentablemente, ha sido testigo de muchos suicidios.
Con el lema “No te juzgo, te ayudo”, los voluntarios empapelaron la zona con cartas amarillas, captando así la atención de los turistas que, curiosos, tomaban estas cartas y descubrían que en su interior había un mensaje positivo.
La idea del movimiento, conducida por el Proyecto Help, es concientizar sobre el suicidio y demostrar que la depresión tiene cura.
Si los problemas no lo dejan en paz y quiere ser libre de los tormentos espirituales, participe de la Reunión de Liberación a las 8 h, 10 h, 12 h, 16 h y 20 h, en la Universal más cerca de su domicilio.
Si en su localidad rigen las medidas sanitarias que le impiden participar de las reuniones de manera presencial, usted podrá hacerlo de manera online, a las 20 h, a través de:
La radio Red Aleluya FM 106.3 y en todas sus repetidoras del país o por Radio Buenos Aires AM 1350.
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