Imagínese una vacuna que pueda combatir el vicio del crack y de la cocaína. Un remedio que les impida a los dependientes químicos a sentir ganas de consumir, una vez más, esas sustancias que tantos males le causan a la persona que las consume y a todos los que están a su alrededor.
Es lo que están intentando hacer científicos de la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG), en Brasil. La vacuna estimularía la producción de anticuerpos que luchan contra las drogas. Pero, el desarrollo aún está en una fase de pruebas en animales. Del punto en el que se encuentra la liberación para el uso de la población existe un proceso que puede llevar muchos años, en la mejor de las hipótesis, e incluso ser cancelado por malos resultados o falta de presupuesto, en la peor de ellas.
Es decir: hasta ahora, los estudios señalan avances, pero no es posible prever un momento en el que los dependientes químicos tendrán acceso a la vacuna. Pero ya existe una solución para luchar contra los vicios.
El vicio tiene cura
“Por los testimonios de las personas nosotros verificamos que el crack es irreversible, no tiene cura, no tiene liberación, no hay forma de que la persona se libere. A no ser por el poder de Dios.” Quien afirma esto es el obispo Edir Macedo, líder de la Universal, responsable de uno de los programas de ayuda a adictos de mayor éxito en el mundo, el Tratamiento para la Cura de los Vicios.
De acuerdo con el obispo, solamente un milagro realizado por Dios puede librar a una persona de ese mal. “Y eso está confirmado. Está confirmado por la propia ciencia, por los propios médicos. No hay clínica de recuperación que recupere ni a un solo adicto. ¿Por qué? Porque el vicio es un espíritu. Y ese espíritu se apodera, él ocupa el centro del sistema nervioso de las personas y allí controla toda la vida de la persona.”
Intentó suicidarse 10 veces
Sandra conoce muy bien ese proceso de posesión que el espíritu del vicio desencadena. A los 20 años, comenzó a consumir cocaína y, en poco tiempo, se convirtió en una persona completamente diferente. Abandonó a la propia familia para deambular entre las casas de los amigos, y, poco tiempo después, comenzó a prácticamente vivir entre personas adictas.
“Yo tenía a mi familia, un departamento, todo lo bueno. Pero prefería estar allá en el barrio carenciado consumiendo, porque me sentía aparentemente bien”, cuenta ella.
El placer momentáneo en seguida era sustituido por las ansias de consumir drogas nuevamente. En esa furia de la adicción, Sandra perdió dinero, bienes, el respeto de la familia e incluso a sus dos hijos, que tuvieron que mudarse a la casa de una tía. Todo iba tan mal que ella intentó matarse 10 veces.
Sandra también trató de internarse para vencer el mal por abstinencia. Pero, de las cinco clínicas por las cuales pasó, ninguna hizo efecto. La diferencia ocurrió solamente en el Tratamiento para la Cura de los Vicios, en la Universal. Hoy ella está libre, trabaja y tiene su familia restituida.
“Mi vida es otra. Soy respetada por las personas, incluso por mi propia familia. Porque antes era ‘Sandra la drogadicta’. Hoy ya no.”
“Cuando la persona tiene una actitud de fe, define su vida, ella determina: ‘Quiero eso y voy a perseguirlo.’ Es decir, ella pone toda su vida, se sumerge en las aguas del Espíritu Santo, que es la fe. Entonces, ocurre el milagro, porque es el Espíritu que da vida, el Espíritu de Dios que da la vida”, explica el obispo Macedo.
Todos los domingos a las 15h en Av. Corrientes 4070 – Almagro o vea aquí las direcciones donde se lleva a cabo el tratamiento.
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